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Pieles NO

martes, 13 de octubre de 2009

Se ha muerto Enrique Miret Magdalena


que de adolescente me rompió el esquema, para que rime. A mí este señor me hizo, para hablar finamente, la pascua, cuando yo era una piba inocente e impúber. Como era una niña bastante litri y sabihonda leía la revista "Destino" (ya ha llovido desde entonces) que mis padres compraban. Una vez leí un artículo del señor Miret M., teólogo, que me hizo migas. Decía, entre otras cosas, que Dios no tenía por qué ser bueno. -¿Pero qué dice este hombre?- pensé yo, consternada. Estaba harta de oír hablar de la bondad divina, y leer en el Evangelio que JC decía siempre que "sólo Dios es bueno". A mí aquello no me pegaba ni con cola. ¿Entonces Jesús era un iluso?¿el señor Magdalena sabía más cosas sobre Dios que JC?. Ay madre mía. Yo no lo comenté con nadie, pero la idea hizo camino en mi cabeza. Luego me hice musulmana, y en el Islam me enseñaron que Dios no era bueno con todos, sino con los "enchufados". O sea, que Dios tenía preferencias. Por algo nos hizo "a su imagen y semejanza", como dice el libro del Génesis. Yo hacía tiempo ya que había notado que era una de estas enchufadas, y lo sigo pensando. Yo siento que a Dios le caigo bien, no sé por qué, pero es así. Me cuida y me mima, y nunca he sentido esa desesperanza del "silencio de Dios". Conmigo Dios nunca ha estado callado, sino que me lleva como yo llevo a un perro de su correa, vigilando que no se meta en la calzada y lo atropelle un coche. Y es que los perros son como niños. Y yo soy como un perro pare Dios, gracias a Dios, por comentarlo de alguna manera. Esto no me parece justo. O sea, que Dios no es justo. O sea, que Dios, muy, lo que se dice muy bueno, no lo es.Eso de que Dios aprieta pero no ahoga, no es cierto. Como decía el título de un libro que leí hace tiempo, Dios, cuando aprieta, ahoga de verdad. Si no, que se lo cuenten a la cantidad de desgraciados que pueblan el mundo.
Conclusión mía y de nadie más:(o sí): La vida no es seria, el mundo es un cachondeo, y si no, que baje Dios y lo vea. Pero ya lo ve, lo que pasa es que no baja, el puñetero.

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