miércoles, 30 de abril de 2014

Ha muerto el hombre con los testículos más grandes del mundo.




Ha pasado un tremendo calvario. Murió de dos infartos, a los cuarenta y tantos años.

martes, 29 de abril de 2014

Depre primaveral


Yo que he tenido la mala pata de sufrir mucho por las depresiones, mi peor época era y es  la primavera. Mucha gente, cuando se lo digo, no se lo creen,dicen que con mi carácter es imposible  y también me dicen eso de que es la época más bonita del año, los pajaritos cantan, las nubes se levantan, etc. Pero es una verdad como un templo. Ignoro por qué. Cuando años atrás estaba muy mal, cuando iba al psi en esta época, la sala de espera estaba de bote en bote,hasta había gente sentada en el suelo. Y es que no sé qué pasa en los cambios de estación -en otoño también, pero menos- que a los depresivos se nos cruzan los cables y se nos funden los plomos y solo tenemos ganas de morir.
Luego se pasa, (o no). La depre es la peor de las enfermedades, pues además nadie, ni tu misma familia te entiende. Te preguntan estupideces de "¿pero a ti qué te duele?. Si no te duele nada, es cosa de tu imaginación.". "Lo tienes todo, ¿qué te falta?" y memeces que hacen que se tenga ganas de precipitarse al cuello de tu pariente-amig@ deseando malévolamente que él.ella también tenga una para que vea lo bueno que es.
Yo prefiero mil veces un dolor físico normal (muelas, operación, cabeza...) que el dolor desesperante de la depre.
Pero hay que aguantar, pues, como dice mi Paco, estamos en el Purgatorio.
La verdad que la vida como purgatorio está muy bien ideado. Un infierno no es, solo algún mal rato. El Paraíso desde luego que no, aunque haya momentos maravillosos. Pero como purgatorio está muy bien ideada esta existencia nuestra aquí abajo. Te deja respirar, pasarlo bien, mal o regular, y si lo pasas fatal cuando ya no puedes más y vas a tirar la toalla te alivia un poco , pero solo para seguir resistiendo y sufriendo lo soportable. Luego vienen ratos estupendos que te hacen olvidar lo peor, y luego, cuando menos te lo esperas, la vida te da un garrotazo y vuelves a pasarlo mal. Y así como una noria.
Como dicen los budistas, estamos inmersos en el samsara. Otrasa religiones lo llaman de otra manera, pero nuestra existencia terrena es eso, vivir, sufrir, sufrir mucho, recuperarse, estar muy bien, y zas, cuando menos te lo esperas otro hachazo.
Subbhana Allah.

lunes, 28 de abril de 2014

Yo siempre lo he pensado. Y es que Harry era escupido al profesor de equitación de su mamá...


El príncipe Harry quiere saber quién es su verdadero padre, según los medios ingleses

  • El hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales podría pedir las pruebas de ADN a su padre. 
  • Su parecido físico con James Hewitt, con quien Lady Di tuvo una aventura, avivaron los rumores de que Harry no era nieto de Isabel II. 
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  • El príncipe Harry corona el Polo Sur El príncipe Harry corona el Polo Sur

    • Diana de Gales y Carlos de Inglaterra  eran la pareja ideal, pero de puertas para dentro la realidad era muy distanta. Las infidelidades de ambos llenaron las páginas de las revistas del corazón en los años 80 y 90 y, aunque nunca se llegó a confirmar de manera oficial, siempre ha habido rumores de que el segundo hijo de la pareja no fue fruto de la relación entre Carlos y Diana,  sino de una aventura entre Lady Di y un exmilitar, James Hewitt. 
En las últimas semanas, la prensa británica, aprovechando que el Príncipe Harry y Cressida Bonas tienen cada vez más cerca su compromiso, ha avivado la polémica sobre su paternidad. 'The Globe' asegura que el príncipe Harry se estaría planteando pedir unas pruebas de ADN al príncipe Carlos y así zanjar los rumores con los que ha bregado toda su vida.
Entre Diana y Carlos no había una relación fluida y prueba de ello fueron los continuas aventuras de ambos. Mientras el Príncipe bebía los vientos por Camila Parker, su verdadero amor y con quien años más tarde contrajo matrimonio, la Princesa Diana tuvo varios escarceos amorosos, entre ellos, el exmilitar y jugador de polo James Hewitt, que campaba a sus anchas por el palacio de Kensington con el pretexto de que era el profesor de equitación con el que Lady Di perdió el miedo a los caballos. Los rumores de que podría ser el verdadero padre de Harry crecían a la vez que el niño cumplía años porque compartían el mismo color de pelo, pelirrojo.
Lo cierto es que la relación entre Harry y James siempre fue muy fluida y continuaron viéndose incluso después de que Diana falleciera. Estos encuentros se acabaron cuando el profesor de equitación de Diana publicó  en 2006 'Nuestro amor prohibido: James Hewitt y Diana de Gales' , en el que comentaba las intimdaides de la amistad que mantuvo con la Princesa.










 

Anécdotas historicas

Anécdotas Históricas -129-




Al rey Luis XIV de Francia le gustaba viajar en su carroza acompañado por mujeres solamente; fuesen sus hijas bastardas, sus nueras, sus nietas o damas de alta alcurnia, éstas tenían el gran privilegio de subir en el real carruaje y sufrir, por otra parte, la tiranía del soberano. El Duque de Saint-Simon habla de ello en su capítulo dedicado a  "la Corte de Luis XIV" :

"En esa carroza, durante los viajes, había siempre muchas cosas que comer: viandas, pastelería y frutas. No habiendo rebasado el cuarto de legua ya recorrido que el rey preguntaba si no querían comer. Él jamás comía nada entre horas, ni siquiera una fruta, pero se divertía viendo comer, comer hasta reventar. Las damas debían tener hambre, estar alegres y comer con apetito, con ganas, de otro modo no lo encontraba bueno y lo demostraba agriamente. Se hacían las graciosas, las delicadas, las dispuestas, y eso no impedía que esas mismas damas o princesas que cenaban con otras a su mesa el mismo día, se encontrasen obligadas, bajo las mismas penas, a mostrarse tan dispuestas como si no hubiesen comido en toda la jornada. Con esto, no se podía hablar de necesidades, ni siquiera mencionarlas, lo que, por otro lado, habría sido muy embarazoso para esas damas hacerlo con los destacamentos de la Casa del Rey y los Guardias-de-Corps que iban delante y detrás de la carroza, y los escuderos que iban a la altura de las puertas, y que levantaban una polvareda que invadía todo lo que se encontraba dentro del coche. El rey, que amaba el aire libre, quería que todas las ventanillas estuvieran bajadas y habría encontrado de muy mal gusto que cualquier dama hubiese tirado la cortina contra el sol, el viento o el frío. No solamente era menester que no se percatase de esas y otras incomodidades: encontrarse mal habría sido motivo suficiente para no volver a subir en el carruaje.




He oído contar a la Duquesa de Chevreuse, que el rey siempre estimó y honró, y que él, siempre que ella pudo, quiso tenerla en sus viajes y en sus particulares, que yendo en su carroza con él de Versailles a Fontainebleau, le vino, al cabo de dos leguas, una de esas necesidades imperiosas a las que uno no cree poder resistirse. El rey paró en camino para almorzar sin apearse del carruaje. Esas necesidades, que redoblaban a cada momento, no se hacían sentir en vano como en ese ágape, de la que hubiera podido escabullirse un instante bajando hasta la casa de enfrente. Pero la comida, que tomó de manera comedida, redobló la extremidad de su estado. A punto estuvo, por momentos, en confesarlo forzosamente y poner un pie a tierra, como dispuesta también a perder el conocimiento, su coraje la sostuvo hasta Fontainebleau, dónde creyó reventar. Poniendo pie en tierra, vio al Duque de Beauvilliers, llegado la víspera con los Infantes de Francia, a las puertas del carruaje del rey. En vez de subir con el séquito, agarró al duque por el brazo diciéndole que iba a morirse si no se aliviaba. Atravesaron el Patio Oval y entraron en la capilla que allí se encontraba y que, felizmente, estaba abierta y dónde se decía misa todas las mañanas. La necesidad no tiene ley; Madame de Chevreuse se alivió a sus anchas en aquella capilla y tras cuya puerta el Duque de Beauvilliers montaba guardia. Cuento esta miseria para mostrar cual era la penuria que sufría diariamente cualquiera que codeara al rey y gozara de su favor y privilegio, como en el caso de la Duquesa de Chevreuse en el apogeo del suyo. Esas cosas que parecen naderías y son naderías de hecho, caracterizan demasiado bien para omitirlas. El rey tenía en ocasiones algunas necesidades, y no se privaba de bajar para poner pie en tierra, mientras que las damas debían permanecer en el carruaje."

 
 
Luis y Maria Teresa


                                     

           Luis XIV de Francia, el conocido como El Rey Sol, que también reinó en Navarra, todo sea dicho, era un hombre poco aficionado a la limpieza. Pero no era este un mal exclusivo del rey, sino que él era más bien el representante, el máximo representante incluso, de la forma en la que se vivía y se veían la cosas en los lejanos días del siglo XVII.

El rey de Francia se bañaba únicamente bajo receta, es decir, cuando el médico le aconsejaba que tal paso por el agua era saludable. Y es que en aquel tiempo no es que se pensara que el baño era una pérdida de tiempo y una inutilidad, sino que se tenía por algo contraproducente y perjudicial. Luis XIV se conformaba con asearse cada mañana la cara con un algodón impregnado en alcohol o incluso en saliva, como haría cualquier gato.

¿Y cuáles eran las consecuencias de la falta de higiene? Pues muchas, como es lógico, pero una de ellas era la aparición de pequeños bichitos como los piojos que además encontraban un paraíso cuando la moda obligaba a llevar unas enormes pelucas. Bajo esas enormes cabelleras falsas estaba la real, tapada y llena de estos insectos. De hecho, en aquel tiempo era común que estos hombres y mujeres de la alta sociedad llevaran una pequeña mano de marfil al final de un largo mango, que tenía como finalidad el rascarse la cabeza por debajo de la peluca, allá donde el piojo gobernaba la cabeza del rey de Francia.

Fuente: Mis anécdotas preferidas, de Carlos Fisas.

sábado, 26 de abril de 2014

No compres. ¡Adopta!


Dice: "¡No sabes cuánto te he esperado!"
No compres, ADOPTA.
Los animales de los refugios saben que les espera la muerte. El viernes suele ser el día de sacrificio, para los que llevan aquí 15 días, más o menos. Y lo saben.

viernes, 25 de abril de 2014

40 años de la revolución de los claveles en Portugal


25 de Abril: 40º aniversario de la revolución de los claveles en Portugal

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jueves, 24 de abril de 2014

Chistes miitares

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En que se parecen los espermatozoides y los militares ?
1) Los dos aparecen cuando las cosas estan jodidas de verdad.
2) Los dos tienen una oportunidad entre millones de convertirse en humanos.


En la mili:
· Soldado!, Ice la bandera!
· Pues le ha quedado muy bonita, mi sargento.


En la 'mili':
· Compañia, armas al hombro !
· El del cañon no, hombre !


Un soldado durante la instruccion se cruza en el cuartel con otro militar:
· Paasa...
· Pero es que no sabes saludar ?
· Anda y pa que tantos miramientos ?
· Es que no has visto los galones ?
· Ah! perdon, pense que era el de la citroen.


Un 'sargento de hierro' les esta echando el rollo a los recien llegados a la mili y le pregunta a uno:
· Y a usted que rango le gustaria alcanzar en el ejercito ?
· General.
· General? Esta usted loco ?
· No, hace falta ?


Un sargento de hierro hablando a uno de sus solcuadrados el dia que acaba la mili:
· Bueno y ahora que ya eres por fin un civil, me imagino que lo unico que deseas es que me muera para poder mear en mi tumba, no ?
· No, sargento. Ahora que he acabado la mili no quiero volver a hacer mas colas en mi vida.


Al hijo de un militar le toca hacer la mili con los paracas.
Cuando vuelve a casa, su padre le recibe calurosamente:
· Cuentame, hijo, que tal tu primer salto ?
· Bueno, pues estabamos a 4000 metros de altura y me dio tanta impresion que no me atrevia... pero alli estaba mi sargento, para ayudarme a superarlo...
· Vaya... que te dijo ?
· Que si no saltaba me daria por culo.
· Asi es, como tiene que ser un sargento, duro pero amistoso, estando donde hace falta cuando hace falta... y saltaste, no?
· Bueno, al principio un poco.







 

miércoles, 23 de abril de 2014

de "El principito"



(...)

Entonces apareció el zorro.
-Buenos días -dijo el zorro.
-Buenos días -respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá -dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres? -dijo el principito-. Eres muy lindo...
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa «domesticar»?
-No eres de aquí -dijo el zorro-. ¿Qué buscas?
-Busco a los hombres -dijo el principito-. ¿Qué significa «domesticar»?
-Los hombres -dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
No -dijo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa «domesticar»?
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa «crear lazos».
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
-Es posible -dijo el zorro-. ¡En la Tierra se ve toda clase de cosas...!
-¡Oh! No es en la Tierra -dijo el principito. El zorro pareció muy intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Es interesante eso! ¿Y gallinas?
-No.
-No hay nada perfecto -suspiró el zorro. Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame! -dijo.
-Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer? -dijo el principito.
-Hay que ser muy paciente -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito. -Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -dijo el principito.
-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. El jueves bailan con las muchachas del pueblo. El jueves es, pues, un día maravilloso. Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!... -dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa -dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
 
-Sí-dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito.
-Sí-dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano -dijo el zorro-, por el color de trigo. Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías -les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado. Puesto que es ella la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.

ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY




 

La matanza de los inocentes



Odio la Pascua, y la Navidad, porque la gente ya no las celebra por convicción religiosa, sino para ponerse a reventar de comer y beber.
A los españoles solo les gustan los corderos lechales. Hace poco leía en un artículo de un judío (xueta en mallorquin.Esto sería muy largo de explicar) llamado Miquel Segura,( que se trata mucho con los campesinos de la isla,) que uno de éstos le decía que estaba muy contento, porque desde que había tantos musulmanes en Mallorca, así podía dar salida a sus corderos adultos, porque los mallorquines no los querían. Y es que para un musulmán comerse un cordero lechal es pecado, es como un infanticidio.
Yo la única carne que como al año es el cordero que me corresponde en la Fiesta del Cordero, que tiene lugar después del Ramadán.
Pero matar a un lechal, sea ternero, cordero o lechona me parece horrible. Ayer ví, me parece que en el Face, la foto de un corderito recién degollado y dentro de un charco de su propia sangre.
También he visto que a los terneros,  para que no puedan mamar y toda la leche de la vaca la puedan vender  (maldito dinero) les ponen como un candado en el belfo para impedírselo.
Y cuando veo o me entero de estas cosas me entran ganas de morir, para no seguir viendo estas atrocidades, y las que se cometen contra seres humanos, adultos o niños. Espero que si hay un más allá pueda verles correr por los verdes prados del Señor, y yo con ellos, y con todos los animales que han pasado por mi vida.
Jesús decía que "en los mercados se venden 5 pajaritos por un as. Pues bien, ni uno de ellos ha muerto sin que el Señor lo sepa".
El Corán también tiene una fase que me emociona. Dice: "Dios sabe donde duerme el tigre", y que El se preocupa del sustento de los animales. Igual decía Jesús. El Profeta e Isa (Jesús en árabe) hubieran sido grandes amigos. En el fondo ambos decían lo mismo.
Señor, cuida de tus criaturas. Aunque me consta que ya lo haces, pero no lo entendemos.
. Amén,Amín..

Gilipollada

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57 s ·
Pues soy antiespañol!! .....y qué?
Ser antitaurino es ser antiespañol, porque significa renunciar a "la esencia misma de nuestro ser español". Con esta analogía ha embestido Esperanza Aguirre contra...
El Huffington Post|De EL HUFFINGTON POST / EFE


  • Dolores De Burgos Cortey  Pues si es así, yo quiero SER APATRIDA.
  • Qué vergüenza, Dios mío, ser de un país que llama a la tortura de un ser vivo su "fiesta nacional".
     

sábado, 19 de abril de 2014

Fotitos variadas

Expulsado de Arabia por guapo



¡Halaaaaaaaaaaa!!! ¡¡¡A lo grande!!!