sábado, 26 de enero de 2019

El santo clero


El oscurantismo, rociado de hipocresía, ha dominado la catequesis sexual de la iglesia católica para con su clero. Escondiendo el sexo tras un velo de prohibición o de falso misticismo. La historia de los Concilios ha ido tejiendo una normativa interna de comportamiento célibe casi siempre transgredida. Este es un viaje apasionante por los dogmas dictados por los ‘jerarcas del camauro’ para intentar regular el instinto carnal del clero en una imposición conductual que ha fracasado siempre frente a los principios antropológicos naturales.

Esto está bien
“Si el eclesiástico, además del pecado de fornicación, pidiese ser absuelto del pecado contranatura o de bestialidad, deberá pagar [a las arcas papales] 219 libras, 15 sueldos. Más si sólo hubiese cometido pecado contra natura con niños o con bestias y no con mujer, solamente pagará 131 libras, 15 sueldos.” Cánon II de la Taxa Camarae, promulgada por el Papa León X. Siglo XV
Probablemente la lucha antinatura contra este instinto carnal ha sido el mayor pozo de desprestigio para el ‘negocio de Roma’. Escisiones de la Iglesia Católica Romana como el Protestantismo y Luteralismo han sabido gestionar mejor la doctrina moral del sexo aborreciendo el celibato; la prueba es que carece de casos de abusos sexuales a menores. Si prohibes por mandato divino ‘No desear a la mujer del prójimo’ acabas por anhelar acostarte con ella y con su hermana.
Sería un error juzgar con la ley del presente los delitos acaecidos en el pasado. Se trata de analizar y estudiar los hechos de ayer para comprender los motivos de las perversiones sexuales y los delitos encubiertos derivados en la Iglesia contemporánea.
La iglesia, en sus orígenes, fue espejo de la sociedad de la que se empapaba. En eso la modernidad de la institución era ejemplarizante. No como el par de centurias de retraso que arrastran en la actualidad. La estigmatización del sexo ha producido el efecto contrario al deseado. Los cargos de la curia, por entonces, se emborrachaban de vino, sexo y jerarquía al ritmo de Dioniso y las peores (o mejores) costumbres de los tiempos del paganismo. En el siglo III, el Concilio de Antioquía ya espetaba a todas sus Iglesias: “No ignoramos que muchos obispos pecan con las mujeres que con ellos tienen”. Primer aviso.
Conforme pasan los siglos, los cánones se especializan en los desvaríos morales de los diáconos y sacerdotes, borrachos de concupiscencia natural y al dictado del dogma Papal. A mayor represión más control, pero sin sentar grandes bases del estricto celibato sino velando solo por las apariencias frente al populacho. En el siglo IV, el Cánon XXV del concilio de Cartago ordena: “Ningún sacerdote debe visitar a las viudas o a las vírgenes sin permiso previo del obispo; que no vayan solos, sino acompañados de otros eclesiásticos…” Se barruntaba la prioridad del consuelo carnal sobre el espiritual para mitigar el luto de las afligidas viudas… pero ¿Y de las vírgenes? Prosigue: “…y que los mismos obispos no podrán hacer tales visitas sin que los acompañe una persona de probidad conocida”. La lectura es: ¿A quién protege esa persona (más) honesta que acompaña al obispo? ¿a la virgen o al prelado?
El sexo ha estado tan ligado a la curia como la ostentación a sus gerifaltes. La fabricación constante de mecanismos de represión y cánones de control son la prueba más clara de la existencia de la ‘corrupción sexual’ del clero. El paso del tiempo y las doctrinas cada vez más restrictivas sólo han conseguido empeorar el problema. Así en 1930, el teólogo y canonista Jaime Torrubiano Ripoll decía: “El 90 por ciento de los clérigos son fornicarios…; un 10 por ciento escandalosos; y el resto discretos, que se creen en conciencia desobligados de cumplir una durísima ley puramente humana”. Lógicamente fue excomulgado.
La primera mención del celibato en las normas que sentaron las bases de derecho canónico aparece en el Concilio de Elvira, en el siglo IV. Pero no fue hasta el primer Concilio de Letrán en 1123 cuando se impuso como obligatorio:
“Prohibimos absolutamente a los presbíteros, diáconos y subdiáconos la compañía de concubinas y esposas, y la cohabitación con otras mujeres fuera de… la madre, la hermana, la tía materna o paterna y otras semejantes, sobre las que no puede haber justa sospecha alguna”  Cánon III. Letrán.
El tercer Concilio de Letrán incluiría un Cánon contra los clérigos amancebados, incontinetes y sodomitas. “Quicumque incontinentia illa quae con­tra naturam est”. Sancionando la sodomía con la pena de excomunión por ser contraria al ‘orden’ de la naturaleza. Toda una invitación a practicarla lo más artificialmente posible.
Pero el quebranto por la lujuria no vestía solo sotana negra sino también la púrpura. La más alta jerarquía eclesiástica, encargada de forjar las conductas de sus súbditos, ha sido mal ejemplo continuo en su contradicción dogmática. Si promediamos los 265 Papas, la silla de San Pedro ha sido un estercolero de vicio, crimen, nepotismo y lascivia al servicio de la fe. Siendo la apoteosis de los Borgia y el Quattrocento el orgasmo o el clímax de esta castidad mal entendida. Solo tres ejemplos:
Sixto IV, (1471-84) precursor del Renacimiento por el mecenazgo de importantes artistas y por levantar más de 30 iglesias en Roma, también hizo de la ciudad el burdel del Imperio, convirtiéndose en el primer Papa proxeneta. Fabricó un impuesto eclesiástico a todas las prostitutas que servían a la curia. Y no fue baladí, con ello financió toda una campaña contra los otomanos.
Julio II (1503-13) heredero de los Borgia era apodado ‘El Terrible’. Gran sodomita, se acostaba con niños, sus decenas de amantes y prostitutas. La sífilis dejó prueba de su depravada conducta. Afortunadamente entre sus logros consta convencer al joven Miguel Ángel de abandonar el oficio en canteras para pintar la Capilla Sixtina. Su relación con él fue, también, sexualmente tormentosa.
Grabado erótico de Gulio Romano. De la serie de 16 posturas eróticas I Modi. 1527
Mi preferido, Giovanni di Médici o León X (1513-21) hasta entonces el cardenal más joven de las historia, con 13 años. Inauguró el trono con un revelador: “Dios nos ha dado el Papado, disfrutémoslo”. Sibarita, extravagante y desbocado al placer material y carnal, dejó decenas de hijos bastardos y cultivó apasionadamente su homosexualidad con sus camarlengos. También inició una reestructuración de los estipendios a pagar como penitencia para limpiar los pecados de la carne.  El censo de prostitutas de Roma era muy alto, unos 7 habitantes por puta; pero los burdeles del Papa no producían el suficiente dinero. Por ello promulgó una de las bulas más polémicas y desmentidas por la Iglesia para regular la ‘fiscalidad carnal’ y así aumentar la recaudación con la concesión de indulgencias. Se discute la veracidad de un texto muy coherente en un contexto de depravación, pecado y carnalidad de la curia. Sodoma y Gomorra. No hay perdón a delito, por horrible que fuera, que no tuviera un precio en la llamada Taxa Camarae:
“La religiosa que quisiera alcanzar la dignidad de abadesa después de haberse entregado a uno o más hombres simultánea o sucesivamente, ya dentro, ya fuera de su convento, pagará 131 libras, 15 sueldos.” Canon cuarto de la Taxa Camarae.
Pero ¿qué pasa en la Iglesia católica en la actualidad? La historia ha demostrado que las consecuencias en menores de la abstinencia carnal de los de sotana son el resultado de una herencia de represión incontrolada que no se ha sabido afrontar, al contrario. La Iglesia se ha cepillado, también, la responsabilidad mediante la fabricación de instrumentos propios de perdón e indulgencia que quitan importancia a un problema que afecta a toda la sociedad. Ya no son pecados, son delitos. Como dice el periodista Julio Quesada:
“Si quiere usted violar sin problemas, hágase sacerdote, porque por forzar a una novicia le van a castigar con dos semanas de retiro espiritual.”
Según un polémico estudio de 1995 del periodista y psicólogo Pepe Rodríguez, el 60% de los sacerdotes en activo practican o han practicado relaciones sexuales durante su celibato. El 95% se masturba, el 20% ha tenido alguna práctica homosexual y, lo que es más grave, 7 de cada 100 ha protagonizado algún abuso a menores. Cifras muy cercanas a otro estudio publicado por la BBC del clero norteamericano. Es el único estudio serio que hay debido a la negativa de la Iglesia a coger por los cuernos el problema. El espectro del estudio incluye una muestra de 24.000 sacerdotes secularizados y 300 en activo. Suficiente para dar una desviación aceptable.
Pero volvamos a los cánones para cerrar el ciclo. ¿Qué dice la ley canónica vigente?
“El clérigo que cometa de otro modo un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo, cuando este delito haya sido cometido con violencia o amenazas, o públicamente o con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad, debe ser castigado con penas justas, sin excluir la expulsión del estado clerical, cuando el caso lo requiera.” (Las penas justas son, según el Cánon 1312, penas medicinales, expiatorias y penitencias) Libro IV del derecho canónico vigente.
Es decir. Reconocemos un problema que afecta externamente a la sociedad pero lo solucionamos con una amonestación, obra de religión o penitencia interna. Y no efectuaremos una extrapolación penal sin antes haber intentado disuadir ‘a nuestra manera’ al posible infractor. Pudiendo declarar como universal su rehabilitación con un simple traslado. Dos mil años de historia no han servido para nada.
Otra de las incoherencias doctrinales se explica a en la Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales de Juan Pablo II y firmada por el actual Papa, Joseph Ratzinger; dice: “…el homosexual manifiesta una ideología materialista que niega la naturaleza trascendente de la persona humana. […] Indudablemente, estas personas homosexuales, deben ser acogidas, en la acción pastoral, con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales”. Sustituyan ‘homosexuales’ por ‘clérigos’ y tendrán el diagnóstico al problema que ellos son incapaces de apreciar.
Y es que ya lo predijo el monje —luego santificado— Bernardo de Claraval a mediados del siglo XI: “…Quitad de la Iglesia el matrimonio honrado y el tálamo sin impurezas, y veréis como se llena de fornicadores, incestuosos, afeminados e impúdicos”. Hasta hoy.
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viernes, 25 de enero de 2019

Esto es diver


IMPACTANTES CONFESIONES Y CACHONDOS MENTALES

Las mejores frases que ha dicho la gente común cuando estaba en el lecho de muerte

El repertorio de ocurrencias va desde lo cómico hasta la revelación trágica. Entre medias hay unas cuantas historias de redención, perdón y burla hacia los familiares más odiados

Foto: Es la hora de las últimas verdades. (iStock)
Es la hora de las últimas verdades. (iStock)
Sabemos que no le ha pasado nunca (de lo contrario, no estaría leyendo este artículo), así que póngase en situación. Tiene ya una avanzada edad y padece una grave enfermedad que sabe que no tiene solución. Ya se encuentra hospitalizado y atado a la cama de la que sabe que no saldrá y, a medida que pasan los minutos, es cada vez más consciente de que no volverá a contemplar la salida del sol. Sabe que apenas tiene tiempo y energías para pronunciar unas palabras más, así que ¿cuáles serían? ¿Cómo decidiría abandonar este mundo? ¿Ofrecería una confesión que sacudiese los cimientos de la vida de los que quedan aquí u optaría por una gran broma final?
Un hilo de Reddit (¡cómo no!) ha recogido algunas de estas historias, que oscilan entre lo descacharrante y la emotividad de dramón de sobremesa. Así que, aun manteniendo las necesarias reservas ante la autenticidad de lo contado –en caso contrario, podemos asegurar que nos encontramos ante imaginativas ficciones–, aquí están algunas de las últimas palabras que no dejaron indiferente a los que las escucharon. Esto sí que es un buen 'cliffhanger' para el final de una temporada… o de una vida.
“Decidle a mi mujer que Wendy es mi hija y que la quiero”, dijo. ¿Quién era Wendy? Pues la hija de cinco años del vecino. No pasó nada bueno

Drama de última hora

Comenzamos por las revelaciones que parecen sacadas de una telenovela, porque es lo que más abunda antes de partir al más allá. Tiene sentido: ¿qué mejor momento que cuando ya no tendremos que afrontar las consecuencias para desvelar la información que puede cambiar todo el sentido de una existencia? Es lo que le ocurrió, por ejemplo, al usuario MartinjCbV. Su tío sufrió un grave accidente de coche, y mientras le trasladaban en ambulancia, pronunció ante los enfermeros las siguientes palabras: “Decidle a mi mujer que Wendy es mi hija y que la quiero”. Apenas unos minutos más tardes, murió.
¿Quién era Wendy? La hija de cinco años de los vecinos. “Causó una tormenta de mierda, te lo aseguro”, recuerda el forero. Así fue: los vecinos se divorciaron después de inacabables discusiones y ahora la ya no tan pequeña Wendy vive con su madre y su nuevo padre, que es al mismo tiempo la flamante pareja de su madre. De acuerdo, es posible que haya que leerlo dos veces, pero todo encaja.
Una historia semejante es la que cuenta tay-lorde, solo que con un matiz más a lo 'Santa Bárbara'. Este explica que su padre había sido dado en adopción a su abuelo por una mujer que iba a su parroquia y que había quedado embarazada después de una aventura con un hombre desconocido. Como bien se vé venir, en el lecho de muerte el abuelo confesó que él era el auténtico padre: la adopción era una manera de poder reunirse con su hijo biológico sin levantar sospechas. En concreto, se lo confesó a la mujer con la que había pasado décadas casado, y que había criado al hijo que había tenido con su amante como si fuese propio.
'Nunca me han gustado las enchiladas'. (iStock)
'Nunca me han gustado las enchiladas'. (iStock)
Es posible que esta revelación pueda funcionar también como advertencia para preparar una cena más copiosa la noche del funeral. Es lo que le ocurrió a MoltenLarva, cuyo padre le confesó que, aparte de él y de otros dos hermanos, es posible que tuviese algún hijo no reconocido más por ahí. Dicho y hecho: en la ceremonia aparecieron otros cuatro hermanos más, lo que disparó la población de los Larva Bros. hasta la friolera de siete que, por cierto, congeniaron rápidamente. ¿Lo mejor? Que sospechan que el número de hijos no reconocidos puede ser mucho mayor.

Sorpresa, ¡tienes sida!

¿Qué es lo peor que puedes escuchar de una persona agonizante? Si se trata de una pareja con la que llevas varios años acostándote, quizá figure en el top 3 de desgracias oír de su boca que tiene sida. Es la historia que escuchó Pleasebeunique27 de boca de una paciente seropositiva. Esta descubrió que había sido contagiada gracias a las últimas palabras de su pareja: “Lo siento, lo siento, te lo tenía que haber dicho, perdóname”.

El cachondo

No todo es drama. Hay quien abandona este mundo con un chiste… O, según como se vea, con una última manifestación de tacañería: “¡No dejes que el puto enterrador se quede con mi diente de oro!” Desconocemos el último paradero del molar del tío de bacaflaca.
“¿Qué estás haciendo aquí? Nunca te he tragado”, le espetó a su suegra antes de morir

La cachonda

Merece la pena reproducir esta historia de secretoldy tal cual: “Cuando mi madre descansaba en la cama del hospital, muriendo por el cáncer, hizo que me acercara y me dijo 'he escondido el dinero… he escondido el dinero en...' Al hablar, su voz se quebraba. Lo intentó por última vez: 'El dinero está en la…' Cerró los ojos, su respiración cesó y su cabeza cayó hacia un lado. Unos segundos después se empezó a partir de risa. Me estaba tomando el pelo. Murió tres días más tarde”.

La agresiva

La madre de jonbabe murió de cáncer cuando este apenas tenía cuatro años. Aun así, aún recuerda una de las últimas frases que le dirigió a su suegra, mientras estaba tremendamente medicada: “¿Qué estás haciendo aquí? Nunca te he tragado”. La familia se lo tomó a risa. No porque fuese mentira, sino porque todos sabían que le había hecho pasar un infierno, y esa sentencia era, por fin, signo de que ya no tenía que guardar las apariencias.

miércoles, 23 de enero de 2019

Manifiesto animalista

Corine Pelluchon  

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Fragmento

1
Lo que está en juego en el maltrato animal


Nuestra relación con los animales es un espejo que nos muestra en qué nos hemos convertido con el paso de los tiempos. En el espejo no solo aparecen los horrores cometidos por nuestra especie al explotar a otros seres sensibles, sino el rostro macilento de una humanidad que está perdiendo su alma.
Las jaulas donde se encierra a miles de conejos, gallinas, patos, cerdos, zorros y visones, ratones y monos, perros y gatos para producir carne, ser despiezados o servir de material de experimentación, los delfinarios y circos donde a los cetáceos, los elefantes y las fieras, abatidos por la privación de libertad, se los obliga a exhibirse a cambio de un poco de comida o por miedo al látigo, son el vivo retrato de nuestra vergüenza común. Ninguna descripción puede plasmar su tristeza infinita. Las carreteras donde todos los años, en Francia, cerca de cien mil animales de compañía son abandonados, los refugios superpoblados, las lejanas selvas, pulmón de la Tierra y hogar de los orangutanes, incendiadas para producir aceite de palma, los mares donde agonizan los peces, las plazas donde se tortura a los toros, los mataderos donde casi todos los animales acaban su vida aterrorizados –hasta los recién nacidos, las crías de las vacas, las ovejas y las cabras–, todos ellos son lugares donde reina la desdicha y la injusticia.
En estas prácticas, organizadas a pesar del buen sentido que debería dictar límites a nuestro uso de los seres vivos, impera la ley del máximo beneficio. A él se someten los humanos, los animales, la calidad del trabajo y el medio ambiente. Las normas de una economía de mercado globalizada que exige la reducción constante de los costes de producción se han impuesto en todas partes.
La violencia que sufren hoy los animales en el comercio de las pieles y del cuero, la piscicultura, la industria de la carne, el entretenimiento, la cosmética y la farmacia ilustra las aberraciones de un sistema que, a grandes rasgos, podemos llamar capitalismo.
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Así empieza el ensayo de Corinne Peluchon, catedrática en la Universidad de París.

lunes, 21 de enero de 2019

¿Y quién es el culpable?

LOCALIDAD DE BURGUILLOS

Muere un niño de 4 años de un disparo durante una cacería en Sevilla


 

El menor ha sido trasladado aún con vida al hospital más cercano pero tras dos horas ha sido imposible reanimarlo

Tres niños heridos al salir despedidos de una atracción de feria


Muere un niño de 4 años de un disparo durante una cacería en Sevilla
NIño cacería sevilla (splendens / Getty Images/iStockphoto)
Un niño de cuatro años ha muerto al recibir un disparo esta mañana durante una cacería, en la finca “La lapa”, de la localidad sevillana de Burguillos, Sevilla, según ha informado el Servicio de Emergencias 112. El suceso se ha registrado a las once y media de la mañana, cuando desde la propia finca se ha dado el aviso.
Cuando los efectivos médicos han llegado a la finca, el menor aún se encontraba con vida y ha sido trasladado al centro de salud más cercano, en la misma localidad de Burguillos.
En esas instalaciones, los sanitarios han intentado reanimarlo durante dos horas, pero ha sido imposible.

Qué vergüenza...







📸 Esta imagen lo dice todo. Así muestran los cazadores su apoyo a Vox., el partido ultraderechista que han fundado los nostálgicos de Franco, y que en las generales en España va a arrasar...y ya lo han conseguido en Andalucía.

Cuando vi esta foto, puesta por los ultraderechistas que ahora aparecen en España como setas (nunca se habían marchado, son los hijos de los que lucharon contra la República a las órdenes de Franco), sentí pena por los animales y odio contra ellos.
Ellos llevan en su programa el "mantener las centenarias costumbres españolas " -de torturar animales:
-La caza, desde luego. (Con galgos que ellos asesinan cuando están ya viejos. Y de qué manera, a quien le tenía por amo y confiaba en él. Pero esto en España lo han hecho siempre los cazadores, sean de derechas o izquierdas.)
-Las corridas de toros y las horribles capeas, donde padres y niños , en los pueblos,  se divierten atravesando con espetones y hierros a pobres terneros de desecho taurino, y que salen alegremente de su encierro cuando ven la hierba VERDE...ES DESGARRADOR. Lo dan por la tele.
-Las fiestas con animales (torturados)
Y La Semana Santa.

Y ahora leo en Internet que otros grupos de cazadores ha hecho lo mismo...para j... a los animalistas.

Hay en Internet muchas fotos de cazadores con montones de conejos , perdices, y hasta uno con cuatro zorros preciosos (especie protegida) , todos muy ufanos de sus hazañas, pero todas las imágenes están protegidas y no se pueden poner aquí. ¡Mira qué listillos elllos!)

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Soy de ciudad y quiero y respeto a los animales, pero también soy aragonés y sé que la vida y costumbres son diferentes en ese mundo rural abandonado tanto tiempo por los poderosos.

Por eso, dispuestísimo escuchar sin prejuicios urbanos a los cazadores. Pero esto es PURA MALDAD.




La difusión de estas fotografías ha sucedido precisamente un mes después de que la Fundación Artemisan, una organización en defensa de la caza, publicara un decálogo informando de cómo publicar imágenes de los animales apresados. Entre las directrices se incluye la de "poner al animal en una posición natural" y la de "evitar fotografías con la res con copas, cigarros o puros"
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Qué machos ellos...
Cazadores de zorros (he encontrado esta detestable imagen)