¿Nos ama Dios?¿somos su consola de juegos?

Pues no sé. A veces pàrece que sí, y otras que es un sádico. Yo no tengo demasiadas reclamaciones que hacerle, porque dentro de su divina brutalidad, no se porta mal conmigo. Tengo un amigo que se salió de cura porque llegó a la siguiente disyuntiva: Si Dios no existe, es un asco, porque todos nos vamos a la nada, y si existe peor, porque entonces es un monstruo, con las barbaridades que, impávido, permite que ocurran. Yo más o menos he llegado a la misma conclusión.A mí cuando me muera ir a parar a la nada, no me gusta nada. No me pongo histérica como Unamuno, que estaba obsesionado con esto y decía que prefería una eternidad de tormentos a la nada. Pues yo no, caray. Pero a veces me imagino a Dios, en el caso de que exista, así como apoltronado y mirandonos como quien juega con una consola, play station o comosellame. Me lo imagino diciendo:-"¡Veamos lo que pasa en el Afganistán!¡Qué brutos!, ¡Y me llaman el Misericordioso, los memos!". O :"Ahora vayamos a ver qué pasa por Africa". Ve los negritos con la piel y los huesos, las guerras, las torturas, etc. pone expresion de asco y se pasa a Europa, que encuentra más divertida, con todos los politicos corruptos y haciendo tonterías, como Sarkozy metiéndole mano a Angela Merkel." Es muy tocón este Sarkozy.Ahora me voy a los USA, que no paRan de joder al prójimo y encima ponen en sus billetes "en Dios confiamos". Pues van bien aviados, je,je,je...Puaf, que aburrida es la humanidad, me parece que la voy a mandar a algún vertedero y crearé unos muñequitos diferentes...Pero aunque para mí no existe el tiempo, tengo que pensarlo...hummm"
Esapero que Dios no me fulmine con un rayo por escribir todas estas blasfemias. Recuerdo que era yo muy joven y leí en la desaparecida revista "Destino" un articulo del teológo Enrique Miret Magdalena, que me impresionó, porque decía que "Dios no tiene por qué ser bueno".Me escandalicé. Ahora ya no tanto. Y todas las religiones insistiendo en su bondad. Yo no entiendo nada. Porque Dios es escurridizo como una anguila, pero dado que la gente ya no le hace ni caso, y hasta los políticos tienen sus astrólogos y no confían en tan extraño ser, sino que vuelven a la brujeria y similares, al menos que tenga la benevolencia de no ponerme en su lista negra, que hasta ahora tengo mis pecadillos, pero yo no cuezo las habas a calderadas.