lunes, 16 de febrero de 2009

Ha muerto una persona estupenda

Hoy voy al entierro de Cati Vich Mercant, la señora que cuidó de mi padre en sus últimos años. Era una de las mejores personas que he conocido, demasiado, pues a veces yo la reñía, diciéndole que "de la bondad a la tontería no hay más que un paso, y muy corto". La pobre ha muerto víctima de un miembro de su misma familia, enfermo también, que no ha sabido cuidar a su cuidadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario