sábado, 14 de marzo de 2009
Carta a una amiga a la que mandé a la porra
Querida ex-amiga: No sé si leerás nunca esta carta, pero tu hermana a lo mejor sí. A menos, es lo más probable, que hayais puesto a mi blog en vuestra lista negra, pues la patada que te dí fué de las que hacen época. A mi me pasa esto y no vuelvo a un sitio que tan malos recuerdos me trae. Fui muy dura y cruel, pero es mi estilo. Nunca tú hubieras hecho igual. Eres demasiado "bien educada", demasiado políticamente correcta en tu conducta para abrir la caja de los truenos. Tú sabes aguantar ad infinitum pero yo no. Si te dije todo aquel sinfín de barbaridades es porque las pensaba. Ahora estoy triste y te echo de menos, porque yo te quería. Sí, creo que más que lo que nunca tú fuiste capaz de apreciarme. Porque tú llevas esa coraza encima que te hace parecer insensible y yo estoy siempre en carne viva. No me gusta tu forma de ser pero estaba dispuesta a aguantarte toda la vida. Pero llegó un día en que no pude más. No pude más soportar tus pequeñas insidias, año tras año, tus puyitas de solterona amargada de las de "antes", tu mojigatería y todo lo demás. No demostraste nunca ser buena amiga y a mis espaldas tú me despellejabas, eso lo sabía desde hacía infinidad de años, casi toda la vida, pero callaba y aguantaba. Una vez cada 10 años, mas o menos, te echaba una bronca y tú me respondías a tu manera: "Ay, lo siento..." "yo no quería...". Y te perdonaba, una y otra vez. A veces comentábamos que éramos demasiado diferentes para ser amigas y sin embargo lo éramos. Entonces yo creía que eso era posible, pero ahora me doy cuenta de que no puede ser, que las amistades así no pueden durar mucho, y la nuestra ya había durado muchísimo. Cuando me acuerdo de nuestras visitas a los restaurantes exóticos y lo bien que lo pasábamos cuando encontrábamos un sitio nuevo para ir a cenar me pongo tristona, y ya no tengo a nadie con quien comentar una novela nueva que me ha gustado, ni a nadie a quien regalarla el Dia de San Jorge, fiesta del Libro.Ya no podemos recomendarnos escritores franceses que encontramos en el Paris-Match o el Point de Vue. Todas estas cosas me apenan, pero más me apenaba ser tu cabeza de turco. Nunca dabas un golpe mortal como el que yo te dí, pero me freías a fuego lento con tus civilizadas y educadísimas puyas. Querida mía, lloro por tí y por mí. Mi padre, y esto suena muy melodramático, antes de morir me dijo :-"No os peleéis...". Mi padre no era tonto, tú lo sabes y te quería mucho. Ahora está muerto y ya no sufre porque no salimos. Pero yo sí. Addio, cara.Fué bonito mientras duró.
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