lunes, 2 de marzo de 2009

De mis memorias(perdón por los horrores, o errores, mecanográficos)

Mi madre y mi abuela eran muy piadosas, iban a misa y a comulgar y daban limosna. Pero eran muy clasistas. Para ellas el mundo se dividía en dos clases de gente: La "gente bien" y la "gente baja". Entre estos estaban los que nos servían de alguna manera, como el lechero, el panadero, los albañiles, y en general la gente que trabajaba con las manos. Trabajar con las manos siempre estuvo muy mal visto en mi casa, y no ser bricoleur (por cierto, en ruso, hacer un bricolage, q ue es un galicismo, se dice de una manera muy graciosa. Es "hacer una pachinka", o sea, una chapuza, pero bien.)Pues la gente que se dedicada a los trabajos manuales, a menos que se dedicasen a pintar imagenes de santos o a bordar maravillosos tapetes, eran la "gente baja", a la que había que tratar bien, sin apalearla ni nada, pero guardando las distancias. Yo recuerdo que cuando era pequeña, seis o siete años o así, teníamos una criada que se llamaba Erundina Preto Florit, y que tenía cara de muñeca repollo.,pero guapetona y con aspecto muy sanote. Era muy simpática y yo la quería, pero me complacía en humillarla delante de un mapa de España. Yo le decía:
-Erundina, señálame dónde está la tacita de plata.
Y la pobre ponía cara de percebe, claro.
Entonces yo le explicaba, porque era una niña muy redicha y gili que la tal tacita era Cádiz, y se llamaba así....etc.
También tenía la desvergüenza , eso sí, con toda mi inocencia, de decirle:- Erundina, qué suerte has tenido cayendo en esta casa en la que te tratamos tan bien...
No recuerdo si en otras casas se azotaba a los criados, como en los ergástulos romanos, pero yo debía pensar que sí. Además, a esta edad yo ya sabía lo que era un ergástulo.
-Esta niña nos ha salido una cagarrazones-decía mi padre.
Mi abuela comentaba, traduzco del catalán:
-"Si te escuchasen, no te ahorcarían"-dicho catalán que por lo visto me iba a la s mil maravillas.
Erundina tenía un novio que hacía la mili en un cuartel en una montaña cerca del castillo de Bellver que entonces se divisaba enmedio del bos qu en todo su esplendor desde nuestra galería, y suspiraba por él. A veces le escribía cartas, pues dentro de su lerdez, no era del todo analfabeta. Recuerdo que siempre firmaba, después de los besos, así: "Adioso". Yo le decía, Erundina, que es adiós, que le mandas a Dios, no digas siempre adioso. Pero ella decía siempre oral mentey por escrito adioso.Era encantadora, y espero que le hayan ido las cosas bien. No sé bien de donde era,me parece que murciana pero era una peninsular que había venido con toda la familia aquí.
Era muy distinta de Isabel, que esa era aragonesa y nos la trajimos de Zaragoza. No me gustaba nada, y mucho tiempo después me enteré de que me había envenenado a mi gato, el Chinito.Esta se daba el lote con el novio en el portal de la casa, que era muy grande y oscuro, y de resultas de sus manipulaciones siempre había en la pared unos chorritos viscosos procedentes de las partes nobles del novio, con el que pelaba la pava abajo. Los vecinos estaban escandalizados, y se quejaron a mis padres. Mi padre fué el encargado de ponerla de patitas en la calle., por infringir la moral de manera tan patente. Pero no la puso cuando nos envenenó el gato, y esto se lo guardo a mi padre. Es una de las pocas c osas que le rep`rocho.
A mi padre le reprocho muy pocas cosas. Ya dije antes que cuando nací mi madre me regaló a mi abuela, pero yo con quien me divertía era con mi padre, sobre todo en el verano. En invierno ibamos con el perro por el borde de un arroyo que corría junto a las tapias del cementerio, y que tenía su caudal quand même, que dir´ia un francés, (y yo, que soy tan snob.) Pues un día me caí en el torrente y había más de medio metro de agua, y me empapé el abrigo del colegio y toda la ropa que llevaba. Pero no recuerdo que me quedase ningún trauma contra los medios acuáticos.Este torrente es ahora un vertedero, y no hay una gota.Entonces era hasta bonito, pues había bastantes flores en la orilla. Pero En verano es cuando disfrutaba más. Por las mañanas, tres veces por semana, iba a la playa, cuando chica con mi madre, a un sitio que se llamaba el Club Playas y estaban separados loshombres de las mujeres, y sin.embargo, allí tuve mi primera experiencia sexual visual, pues desde el agua solamente, se veía el interior de las casetas, y recuerdo como si la estuviera viendo a una señora gorda que, ante mi mirada atónita, se desnudó y me enseñó con regodeo todas sus redondeces rubenianas.Yo no entendía nada, pero no lo olvidé. Otra vez, en una playa mixta, ya más adelante, le vi el pito a un señor. Fue mi primer pito. Pues siguiendo con lo que estaba diciendo, el verano era la epoca del año preferida, y sigue siéndolo, seguramente por el buen recuerdo que dejó en mí, y gracias a mi padre. Cada año a finales de p`rimavera sembraba albahaca en una lata, y cuidaba de las plantas. Mi madre y mi abuela no tenían eso que los franceses llaman "la mano verde", o sea el don de saber hacer `prosperar las plantas. Mi padre sí lo tenía, seguramente heredado de la abuela nuestra común, y yo también. Recuerdo que en Barcelona había una casa de horticultura que mandaba bulbos y semillas por correo, y yo cada año pedía mis lirios moraos,mis narcisos y mis jacintos. También teníamos jazmines , geranios y un rosal miniatura que no he vuelto a ver otro así. Ahora también tengo muhas cosas. , y sigo sembrando albahaca cada primavera, pues para mí el olor de la albahaca es el olor del verano. -. Pues con mi padre, (que se me va la olla), ibamos por las tardes al Club Nautico, que ahora está lleno de reyes principes, princesas, chulos de alto standing y estafadores internacionales, con los que el rey se lleva muy bien. Ahora no hay quien pase. Hay que ser de la gente pero que muy bien, y ahora ya estamos más igualados. Pues en el VOLVÍAMOS A CASA COGIDOS DE LA MANO Y MI PADRE ME CONTABA HISTORIAS DE QUE EN EL CASTILLO DE bELLVER VIVÍA EL GIGANTE tRAGALDABAS, y que en la Lonja otro ogro de cuyo no0mbre no puedo acordarme. Eran unos veranos deliciosos.Por la mañana playa, y por la tarde club nautico.A veces iba en el snipe con él, cuando la regata ya estaba perdida, y, claro, como que no pesaba lo suficiente, siempre llegabamos los ultimos, pero ya estaba previsto y luego en la repartición de trofeos en el Club Nautico me daban una copita de plata como "unico representante femenido".MI PADRE SE PASABA LA TARDE COMENTANDO CON LOS AMIGOS EN LA TERRAZA DE CARA AL MAR Y LOS BARCOS LAS INCIDENCIAS DE LA REGATA DE LA MAÑANA, Y CHARLANDO DE MIL COSAS. yO ERA EL UNICO ELEMENTO INFANTIL Y ALGÚN PERRO ADEMÁS, PERO NO RECUERDO HABERME ABURRIDO NI UNA SOLA DE ESAS TARDES. .
También recuerdo como si fuese ahora que un día estábamos en el Nautico con mi madre y mi abuela, que también iban, y nos tomabamos un helado y mi padre un café, y yo llevaba un vestido azul celeste de raso y el camarero me tiró el café q ue avrasaba encima de la falda. Se quedó el pobre hombre hecho polvo, pero a mí no me importó. Los trapos todavía me la traían al fresco.
Otro día más. Espero que llegue. La Lola Locuela

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