Las yemas de San Leandro

Uno de los dulces más exquisitos que he probado son las yemas de San Leandro, tan exclusivas que solo se pueden encontrar en un sitio en el mundo: En el Convento de San Leandro de Sevilla. A veces hay tal demanda que hay que encargarlas con anterioridad. Yo cuando voy a Sevilla nunca me marcho sin mi cajita de madera llena de yemas. ¡que delicia, madre mía!. Primero muerdes la gruesa costra de un azucar finísimo, y luego te encuentras el huevo hilado dentro. ¡Uuuuauuuu!!. La receta es un secreto. Lo hacen desde el s. XV las monjas agustinas de ese convento. Inmejorables.Pero engordan. Algún defecto tenían que tener, sino hubieran sido un milagro.