viernes, 6 de marzo de 2009
Los gays
Eso de que la homosexualidad sea una aberración, como sostienen la seria gente de derechas, es mentira. Lo he sabido siempre. Cuando yo era pequeña, teníamos en casa cría de periquitos, y yo sabía muy bien que, en las temporadas en que abundaban los machos y escaseaban las hembras, aquéllos se apareaban entre sí, y viceversa. Esto también ocurre en la naturaleza, en mayor o menor proporción. Por ejemplo, gran parte de la mala fama que tienen las hienas, aparte de la mala uva que no se les puede negar, es que practican bastante la homosexualidad, pero no sólo las hienas, sino otros animales. También, cuando yo era pequeña, y sé que nadie o casi me va a creer, en el tejado de al lado había una colonia de gatos. Pues bien, como entre los animales también los hay buenos y malos, recuerdo un gatazo muy atravesado que se dedicaba ¡a violar! sí, sí... violar a todos los pequeños, fueran machos u hembras. Era un psicópata gatuno. Los otros no hacían eso, y yo no he vuelto a encontrar ningun caso igual. Porque los animales también, como los humanos, tienen su carácter. Hay animales más simpáticos que otros, y aunque la vida y los palos que han recibido tiene mucho que ver, no es todo, y muchos que han tenido una vida placentera son bordes y otros encantadores. Pero en general, la "bordez" es más frecuente entre los seres humanos.O sea, que dejen tranquilos a los gays, que se casen, se unan, bailen o se paseen, que adopten niños, ¿por qué no?. Yo estoy segura que un niño de estos tendrá más cariño que muchos hijos de familias "normales", que muchas veces los hacen unos desgraciados y les maltratan. Y si después los hijos adoptados de los gays son gays a su vez, ¿qué diantes importa, leñe?. La homosexualidad no es una enfermedad contagiosa,no es la lepra, es una opción que se toma libremente.Cuando sean mayores que hagan lo que les pase por la entrepierna, eso sí, sin hacer mal a nadie.
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