jueves, 2 de abril de 2009

Cómo hacerse el hara-kiri y no fallar



Lo más importante es contar con un amigo con buen estómago y que no se maree al ver sangre. El hara kiri también se llama seppuku, pero por experiencia propia no volveré a usar esta última palabra hablando con japoneses. Cuando yo trabajaba en el Aeropuerto había allí también una japonesa amiga mía. Yo una vez le hablé del "seppuku", o hara kiri, y se me escandalizó, como si hubiese pronunciado una palabra obscena. ¡-Oh, no!. ¡No digas eso!. Hay que decir hara-kiri...-me reconvino.- -Palabra fea seppuku... No me explicó por qué, pero ya estoy avisada. Este suicidio ritual estaba en boga (si puede decirse así) entre la clase guerrera del Japón medieval. Cuando, como en la Roma y Grecia clásica, uno caía en desgracia o para evitar el deshonor, si era de clase superior se abria las venas en una bañera de agua tibia, como Petronio, o tenía que beber la cicuta como Sócrates, los samurais también eran invitados a hacerse el hara kiri o bien se lo hacían ellos. En el s. XX Mishima, un intelectual, asqueado por la degradación de las costumbres en el japón, se hizo el seppuku en público.
Para que éste sea un éxito, ya he dicho que se necesita la ayuda de un amigo de verdad. Se arrodilla uno en el suelo, coge un sable corto de samurai, algo así como una katanita, y se lo clava (qué barbaridad) sin dudar en la parte izquierda del propio estómago.Hasta el mango. Después se hace un corte vertical hacia arriba y luego otro a todo lo largo hasta llegar al otro lado del cuerpo. Hara kiri significa hendir el estómago.Y entonces es cuando entra en acción el amigo entregado. Cuando el harakirero ya tiene las tripas fuera, y aquello es un horror de sangre, va aquél y, con una espada grande de samurai, le corta la cabeza de un solo tajo.Así deja de sufrir y el honor queda a salvo. Sageraos que siempre han sido los japs.

No hay comentarios:

Publicar un comentario