jueves, 16 de abril de 2009
La auténtica receta del gazpacho sevillano
En Mallorca hacen unos gazpachos muy raros, a veces de cosas que han oído y le echan ingredientes extrañísimos. Es verdad que el sevillano no es igual que el cordobés, por poner un ejemplo, pero el primero lo conozco muy bien porque me lo enseñó mi abuela paterna, que era del barrio de Santa Cruz. Más tipismo imposible.
Se pone en remojo con agua pan como del volumen de dos panecillos. Es igual que sean del día anterior, mejor incluso. Mientras, se pican 4 tomates grandes y muy maduros, dos dientes de ajo y un pimiento verde. Y un vaso de aceite de oliva virgen. Cuando está todo picado (yo lo hago en dos tandas pues hay mucho volumen)se echa el pan escurrido, y se vuelve a picar todo. La mezcla se vierte en una cazuela o recipiente ad hoc. Allí se echa agua fresca, sal, vinagre al gusto , y con una cuchara se va revolviendo y probando, hasta que esté un poco salado y un poco picante y espeso como uno quiera. (esto es muy personal). Y ya está. Hay quien le pone cachitos de tomate flotando, o huevo duro.Pero esto ya son virguerías.El truco es poner los ingredientes naturales, no como lo hace una amiga mía, con tomate de lata.¡¡Horror!!.Y nada de cebolla. En el sevillano no. Mi padre migaba pan. Hay que tener en cuenta que esta era una sabrosa pero sencilla comida de los jornaleros que trabajaban en el campo, por lo que resulta muy refrescante cuando hace calor.
Buen plato para el verano
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