martes, 28 de abril de 2009

Tonterías que escribo a veces...desahoga mucho...

De mis memorias (no sé si ya lo puse…)

Llevo un día fatal. Mejor dicho, unas semanas fatales. Pero hoy ya ha sido la pera. Esta noche no he dormido nada, y me he pasado el tiempo comiendo yogures y chocolate y haciendo crucigramas y oyendo los programas radiofonicos a los que llaman los suicidas, travestis incomprendidos y gente así. Si no fuera porque comunicaba, yo también hubiera hablado.He pasado una mañana horrible, con angustia a tope, y ahora que son las 8 de la noche, estoy cansadísima, porque esto de angustiarse agota. Estoy cansada, jodida, malhumorada, y sin ganas de nada. Y encima me salen ripios, como a Lope de Vega, de quien he dicho otras veces que no podía evitar hablar en verso, y su madre cada vez le daba una castaña, pero ya sabemos todos que lo suyo era incurable. Ay Dios mío. Y encima todos mis amig@s me dicen siempre lo mismo cuando me encuentro con ellos: Que se sienten viejos, que ya no pueden saltar esta tapia o levantar aquel baúl, o que les salen canas o barriga o se quedan calvos. A mi el cumplir 60 años dentro de un mes me la trae floja, a mi lo que me gustaria es que se me pasaran las depresiones y las angustias. Lo de cumplir años me da igual. Pero me paso la vida consolando a los amigos caducos y luego yo les llamo para darle la brasa con mis depresiones. De alguna manera me tengo que cobrar. Esta vida es un asco.
Esta noche también me he dedicado, con tantas horas por delante, a pasar los casettes al ipod. He estado escuchando esa canción de Atahualpa Yupanqui, que se llama Las Preguntitas, y que estuvo prohibida cuando Franco. Total, porque va de un niño preguntón que le pide a su padre, a su tio y a su abuelo y me parece que tambien a su hermano, que es leñador, que qué saben de Dios,y todos le mandan a tomar viento. Me parece que es del padre que dice;
“Mi padre murió en el campo
sin cura ni confesión,
y lo enterraron los indios,
flauta de caña y tambor”
Caray, pues así da gusto morirse. Yo quisiera cascarla al aire libre y no en la UVI y que en vez de ver un cura ver indios y que te hagan un funeral cantando unas canciones preciosas. Yo me apunto. Es quejarse de vicio.
Pero la estrofa prohibida dice:
“Yo no sé si Dios protege
a los pobres, sí o no,
lo que es seguro es que almuerza
en la mesa del patrón”.
Ay Señor.Cuanto daño ha hecho la Santa Madre Iglesia.
Desde luego, cuando yo me muera, ya le tengo dicho a Paco que no quiero funeral, ni responso, ni curas cerca. Vade retro. Quiero morir en paz, si eso es posible. En nuestra familia y con lo catolicos que somos, a mi madre y a mi abuela no le dieron la extremaunción, ni hicimos funeral ni nada, y mi madre no quería que se lo hicieran a ella, y en esto estoy de acuerdo, porque no quería que le pasase que cuando ella iba a la peluquería siempre había alguna carcamala que iba a peinarse diciendole al peluquero: “Hágamelo usted bien ,porque esta tarde he de “ir a un muerto”, como dicen aquí cuando van de funeral. O sea que a mi madre la enterramos por las bravas, con la sola compañia de los sepultureros, y cuando vino un empleado de la funeraria a ver si queriamos que viniera un cura a decir un motete, le dije que NO. Para motetes estábamos. Me c...
Me está saliendo un capitulo muy acorde con la época en la que estamos, pues dentro de nada es el dia de difuntos. Cuando yo era chica por las calles vendían candelitas para poner a los muertos en sus tumbas, y yo estaba empeñada en que mi madre me comprase una, porque a mí velas, palmatorias, sahumerios y varitas de incienso siempre me han gustado mucho, pero mi madre me cogía del brazo horrorizada y me decía que ni hablar. Yo tengo una lampara de esas, la tengo en la habitación, y es de barro muy bonita y seguro que dura por lo menos dos días.El Dia de Difuntos es la reconversion que hizo la Iglesia de la Fiesta celta de Shamhain, o noche de los muertos. Los irlandeses la llevaron a EEUU y alli lo celebran mucho. Los mejicanos se van a comer encima de la losa de la tumba de los parientes. Estos no se deprimen por nada. Me caen bien los mejicanos, con sus muertitos de azúcar y sus calaveritas de caramelo. Llaman a la muerte Pateta y no le hacen mucho caso. En cambio los latinos son unos plastas, con este folklore macabro que se montan. En mi familia nunca hemos estado por la labor. Pero hay lápidas que están muy bien, como la de aquel poeta tísico que quiso que sus amigos le pusieran: “Ya no tose”. Me pàrece que ya lo conté. A mí me tendrían que poner: “Ya no se suena”, pero veo a Paco incapaz de tal cosa. Yo si soy capaz. Pero como el enterrar a la gente en nichos me parece una porqueria, prefiero un entierro musulman en la tierra o la cremación, y luego que sirva de abono a alguna higuera para que dé brevas amargas. ¡Arsa y olé!¡Viva la alegría y el desenfreno!

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