jueves, 7 de mayo de 2009
Los hombres maltratados
La cantante Rihanna ha vuelto con su novio el también cantante y músico Chris, aún después que éste le pusiera la cara como un mapa e hinchada a más no poder a puñetazos,qué casualidad, precisamente la víspera de una entrega de premios a la que ella iba a participar. No pudo ir. Pues ella ha vuelto con él. No sé por qué las mujeres maltratadas suelen hacer eso, pero he leído que a veces, como pudiera bien ser en esta caso, tienen complejo de culpa porque ellas son más populares y conocidas que sus parejas. O más guapas, o más inteligentes, o tienen más éxito profesional. Muchas mujeres apaleadas aguantan porque se sienten culpables. Repito que no entiendo la cosa, pero parece ser que van por ahí los tiros. Pero también quiero decir que hay otro tipo de maltrato, tan cruel como el físico, que es el psicológico, y éste es ejercido muchas veces por mujeres sobre sus compañeros o maridos. Ellos aguantan porque en nuestra sociedad machista un hombre maltratado resulta ridículo y hasta afeminado, pero hay muchísimos casos de mujeres maltratadoras y hombres que son sus víctimas. Yo he conocido un caso de estos bien de cerca, y me daba el marido una pena tremenda pero no podía hacer nada. A veces pensaba que a esa tipa le iría muy bien un puñetazo en los morros, pero el pobre maltratado (y enamorado, sí, sí...) sería inmediatamente denunciado y sería él el culpable de todo. Las mujeres somos unas estupendas actrices, y los hombres siempre nos creen, sean policías o lo que sea. Yo creo, estoy segura, de que el número de hombres maltratados es casi tan elevado como el de mujeres, con la diferencia que las asesinadas suelen ser siempre ellas, por aquello de la fuerza bruta. Pero los hombres maltratados por sus parejas son cocidos a fuego lento. No me gusta ninguna forma de maltrato, ni a mujeres, que es el más dramático y frecuente, pues muchas veces suele acabar en muerte, ni el de hombres a manos de mujeres, ni a niños, ni a animales. Todo maltratador-a es un ser miserable y vil con complejo de inferioridad. Una persona segura de sí misma no suele ser un maltratador.
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