jueves, 2 de julio de 2009
Elogio del albaricoque
Ultimamente he leído en la prensa artículos veraniegos, de esos que los escritores y periodistas escriben cuando no saben que poner, y en dos periodicos diferentes he leído desprecios hacia los albaricoques. Me han dado rabia. Cada cual tiene derecho a tener sus gustos, pero por favor que no pontifiquen y digan cosas como si fueran dogmas de fé. He podido leer que los albaricoques son una fruta insípida, sosa y despreciable. Pues NO. Y da la casualidad que, junto con las cerezas y las uvas, es mi fruta preferida, y dura muy poco. A mí los albaricoques, si están en su punto, me parecen deliciosos, y su sabor estupendo, mejor que el de los tan alabados melocotones, que tienen un puntito de acidez que me sobra. O sea, que ¡VIVAN LOS ALBARICOQUES!. En Andalucía los llaman damascos, y en el norte de Africa mushmush.¡Y que siempre pueda comer albaricoques, aunque sea por poco tiempo, todos los años!
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