Dormir con un roncador es un verdadero suplicio.Llegan a hacer tanto ruido que puede llegar a los 90 decibelios, como un camión pasando debajo de la ventana. La mayoría son hombres. Parece que, además de ser por tener mucosidades y cosas así, influyen las hormonas. Las mujeres roncan mucho menos, porque sus estrógenos lo impiden. Pero cuando en la menopausia dejan de producirlos, muchas empiezan a roncar, aunque nunca alcanzan las cotas que los hombres. A veces hay que hacer cama aparte, en otra habitación, como los reyes. Cada uno en sus aposentos, y a la hora del ñaca ñaca, juntitos. Juntos, eso, por las noches, pero no revueltos,solo cuando toca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario