Esta soy yo intentando intimar infructuosamente con perro-guía para ciegos. Son tan buenos profesionales, que no me hizo ni caso. No hacen caso a estímulos fuera del cuidado de su amo, y durante la conferencia estuvo echado a los pies del ciego, y nadie se enteró de que había un perro de grandes dimensiones en la sala. Muchos funcionarios deberían aprender de él.
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