jueves, 20 de agosto de 2009
Cosas de la tercera edad
Una anciana llega al banco de Canadá y le dice a un empleado que quiere ver al dueño.El empleado le contesta que el dueño tiene que ocuparse de muchas oficinas, es un hombre muy ocupado y que no la puede atender, que para eso están él y los otros empleados.
La anciana dice que tiene una millonada y que quiere abrir una cuenta, pero que ha de hacer los tratos directamente con el dueño, sino se lleva el dinero a otra parte.
El empleado se pone a hacer llamadas y al final le concede una entrevista a la buena señora con el dueño del banco.
Cuando está a solas con él, el banquero le dice:
-Bueno, a ver cómo es de grande la millonada, para hacerme perder el tiempo...
La mujer pone encima de la mesa 1.000 millones de dólares.
El banquero, alucinado, le pregunta cómo ha conseguido reunir todo ese dinero, y la ancianita le responde que haciendo apuestas.
-Pero...¿apuestas de qué tipo???¡¡Porque para conseguir todo ese dinero...!!!
La mujer le contesta:
-Pues mire, tipo ésta: "Me juego 25.000 $ a que usted tiene los cojones cuadrados"
El hombre se empieza a reir y le dice:
-Señora, esta apuesta no vale, la perdería usted seguro, pues yo sé perfectamente que mis testículos son redondos...
La señora dice:
-Bueno, si usted está tan seguro, apostemos...
El hombre lo piensa y repiensa y al final llega a la conclusión de que ha de hacer la apuesta.¡¡Qué dinero tan fácil y rápido de ganar...!!. Le dice que sí.
La anciana le contesta que vale, pero que como es una cantidad tan grande de dinero, si no le importa que traiga a un abogado para dar fe del resultado.
Total, que quedan al día siguiente a las 10 de la mañana para comprobar la apuesta.
El pobre hombre se tira toda la noche mirándoselos, de un ángulo a otro, desde arriba, con un espejito pequeño...para asegurarse que sus cojoncillos son redondos y no le pueden pillar por ningún lado.
Llega la hora, y a las 10 de la mañana se presenta la adorable anciana con su abogado y le dice al banquero:
-Vista la cantidad de dinero que hay en juego, no le importará bajarse los pantalones para que los vea y comprobemos quien gana la apuesta...
El banquero no pone problema alguno y se baja los pantalones y los calzoncillos.
-¿Le importa que se los toque?-dice la anciana. -Es para comprobar realmente si los tiene redondos o cuadrados.
El dueño del banco no tiene problema, pues entiende que la mujer lo compruebe con sus propias manos, pero mientras la mujer la va tocando los testículos, ve al abogado haciendo cosas raras y le pregunta:
-Señora, no es por nada... pero ¿se puede saber qué hace su abogado dándose cabezazos contra la pared?
La señora, mientras va tocando, sonríe y le dice:
-Puessss...NO SE... SERA PORQUE AYER ME APOSTÉ 100.000 DÓLARES CON ÉL A QUE HOY A LAS 10 DE LA MAÑANA LE ESTARÍA TOCANDO LOS COJONES AL DUEÑO DEL BANCO DE CANADÁ......
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