lunes, 23 de noviembre de 2009
Consideraciones sobre la depre
Cada vez hay más depresivos en los países occidentales. Antes, cuando la gente andaba ocupada en la susbistencia buscando raíces, cazando o aguantando a su señor feudel, pongamos por ejemplo, se vivía menos, pero parece que los siervos de la gleba o los cavernícolas o los que fuesen enfermaban poco de eso que en los tiempos de los fastos imperiales de la Corona de España se llamaba "enfermar de melancolía". Esta enfermedad, de todos modos, ha existido siempre, aunque parece que no tanto como ahora. Por ejemplo, en la Biblia tenemos a un depresivo de aúpa, el Rey Saúl, débil de carácter y siempre deprimido por no saber tomar decisiones, hasta tal punto que él, siendo el rey de Israel, y estando porhibidísimo en esta tierra el visitar a magos y hechiceras, no duda en acudir a una de ellas para que le evoque el espíritu del profeta Samuel para pedirle consejo. El pobre rey Saúl acabó muy mal, y le sustituyó Salomón, que ése era un pinta que no tenía depres. También eran famosas las depresiones del rey Carlos II el Hechizado, que además de ser idiota y anormal tenía una tristeza congénita que nada podía paliar. En estos tiempos antiguos trataban de ayudar a salir de la depre a los personajes famosos (los del pueblo llano, esos la aguantaban a pelo)tocándoles musiquitas o trayéndoles bailarinas para alegrarles las pajarillas, con escaso o nulo éxito.Hoy en día, quien más quien menos toma pastillas antdepresivas y química varia.Y ahora se vive mucho mejor, pero nunca había habido en el mundo tantos deprimidos. El mayor número de deprimidos y suicidas se lo llevan los países más ricos y civilizados, como por ejemplo Suecia, Alemania... Pero yo nunca me he enterado de que se den suicidios en masa en los países más desgraciados del Tercer Mundo, como cuando se mueren de hambre en Africa, o como cuando cada día muere un montón de gente en el Irak o el Afganistan...Entonces a nadie se le ocurre poner fin a sus días.¿Por qué?. Yo tengo la peregrina teoría de que si los que lo pasan tan mal no se suicidan, tal vez sea porque ya tienen su dosis de sufrimiento, y los que estamos mejor, como esta tierra es una especie de purgatorio (teoría del karma, que esta vida sirve para purgar pecados de vidas pasadas ?)y ya la Salve y mi abuela también decían que es un destierro y un valle de lágrimas, pues porque como tenemos que purgar un montón de atrocidades de las que no nos acordamos (a veces de alguna sí), nos autocastigamos sin darnos cuenta cogiendo unas depresiones de caballo.
Cualquiera sabe...tal vez esta tierra sea el purgatorio, pues como infierno tampoco es para tanto, pero como purgatorio es que está muy bien hecha esta vida de aquí abajo. Nos da una de cal y otra de arena, y cuando estamos demasiado mal y a punto de morirnos, nos reanima para que podanos seguir sufriendo, idea sádica donde las haya.Pero solo sé que no sé nada. Yo siempre digo que cuando me muera me gustaría que sobre mi tumba pusieran una inscripción que dijera:"Se ha ido a pedir una explicación". De qué diantre hacemos en este mundo, quiénes somos, por que se pasa tan mal y tan bien,por qué sufren los inocentes (hombres y animales), por qué nos hacemos siempre las mismas preguntas sin respuesta.
Yo tuve una época fatal en la que estaba todo el día pensando cuál era la mejor manera de dejar este mundo. Descarté desde el principio el hacerme un coctel con todos los tranquis, antidepres y somníferos que estaba tomando y tenía a mi alcance en la mesilla de noche, porque me daba terror que me pillaran a tiempo y hacer el ridículo más espantoso.Además, creo que después se siente uno mucho peor. La solución ideal era para mí tirarme desde la terraza al asfalto, y me pasaba ratos mirando para abajo e imaginando mis sesos sanguinolientos desparramados en la calle. No llegué a tirarme nunca por un exceso de imaginación, pero mi desesperación y angustia eran bien reales, vive Dios. Además, tenía la certidumbre de que si me tiraba, en el vuelo hasta abajo tendría tiempo de arrepentirme, cosa que no me hacía ninguna gracia. También consideraba la posibilidad de que entonces pasara un coche, con lo cual a lo peor no me moría, sino que me quedaba parapléjica, y eso no. La verdad es que tenía un miedo que me cagaba, pues eso de que los suicidas son cobardes es mentira cochina. Hay que tener mucho valor para suicidarse, o carecer completamente de imaginación. Ahora me alegro mucho de no haber conseguido mis propósitos, pues al cabo de unos diez años (nada menos)ví por fin el final del túnel y ahora estoy bien. Tengo mis ataques de angustia y mis depres, y lo paso fatal, pero me lo tomo con resignación, esperando que se me pase. Y se pasa. Además, ahora estas cosas son más cortas y menos frecuentes que antes.
Me he fijado en que la gente malvada o tonta del bote no suele deprimirse.¿O si?. Tal vez, pero menos.
No me veo capaz de juzgar a nadie.Todo es relativo. Están los piedras, que viven tan felices en la cárcel después de haberse cargado a la mujer, los hijos y la suegra,y los sensibles, que se suicidan o deprimen porque ha perdido su equipo favorito.
A veces me acuerdo de una copla, que me gusta mucho y que expresa en toda su profundidad la sabiduría popular del achuchado pueblo andaluz:
"Cada vez que considero
que me tengo que morir,
echo la manta en el suelo
y me harto de dormir".
Y funciona. Vaya que sí.
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