Mantecados y polvorones

Los andaluces siempre han tenido sus propios dulces navideños. Hace años solo se podían comprar en Andalucía, y a mí me los mandaba mi abuelo de Sevilla, en una caja enorme, todos los años. Pero poco a poco se fueron extendiemndo por todo el país, cuando la gente se dió cuenta de que estaban estupendos. Distintos de los turrones, pero estupendos.
El origen del mantecado está lleno de misterios y leyendas. Se discute si son originarios de Antequera, Málaga o Estepa, en Sevilla. Aquí está el primer centro de producción de ellos, con muchas fábricas. Los estepeños dicen que su origen se remonta hacia el año 1700, aunque no se empezaron a comercializar hasta 1890. Desde otro lugar importante de producción en este lugar,la fábrica "El Patriarca", dicen que Estepa es un pueblo de montaña donde había muchos bandoleros escondidos en cuevas, y que para aguantar las bajas temperaturas se alimentaban con un producto muy energético y cuyos ingredientes eran los mismos que lleva el mantecado. Pero también hay otras versiones.
Los ingredientes básicos de un mantecado son, la harina, la manteca de cerdo y el azúcar. Después se obtienen variedades distintas y sabores diferentes. Pero esto es moderno, antes todos eran iguales.
Es corriente que se confundan los polvorones con los mantecados. Se diferencian en que los polvorones tienen un par de ingedientes más y una forma más ovalada que la del mantecado, que es más redondo. A los polvorones se les añade además clavo y almendra. Pero son muy parecidos, y están buenísimos todos.
Hay otros dulces andaluces de Navidad que podríamos poner aquí, pero se haría larguísimo. Como los roscos de vino, con una gruesa capa de azucar, los cortadillos de cidra, que tanto gustaban a mi padre, las tortas de aceite de Inés Rosales, que son de todo el año, y que están superiores, y los alfajores, iguales a unos dulces árabes. Casi todos estos dulces navideños son de origen árabe o judío. En Mallorca son típicos los crespells, que tienen la forma de la estrella de David.