jueves, 28 de enero de 2010

El preso de los ojos azules

Lo conocí en la cárcel, donde iba a hacer visitas a los que lo solicitaban a mi asociación. Era de estatura media, color de piel morena y unos ojos azules como la porcelana.
Durante varios días me explicó su vida, sus delitos, su resignación. Estaba enfermo, tenían que operarle en el Hospital. de la Sangre. Charlábamos mucho, me contaba de la vida en la cárcel, del trato que recibían, . Me dijo que allí no se podían tener amigos, que cada uno iba a su bola.Hay unos mil hombres por cien mujeres internados. Todas pueden tener novio si quieren, y sus vis a vis.
El día antes de la operación estaba entero, pero preocupado. Era una operación delicada.
Una del as cosas que me dijo antes de despedirnos fué que si le encontraba en la calle algún día, le saludase como a un amigo, pero por favor, no mencionase nada de su pasado carcelario. Que le haría daño. Así se lo prometí y nos despedimos.
Cuando calculé que ya lo habían operado, fu í a verlo al Hospital .Pero no pude. Me dijeron que todos los presos allí internados estaban bajo custodia, y que si yo no era pariente, no podía verlo. Yo dije que sólo era una amiga.. No me dejaron verlo.
No he vuelto a saber de él.
Me acuerdo mucho de sus ojos azules, duros y resignados.

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