Al Die Fahne hoch (Al Viento las Banderas) o el Himno de Horst Wessel, fue el himno del Partido Nacionalsocialista en general, y de las SA en particular. Fue un invento de Goebbels quien encontró, con el asesinato de Horst Wessel, por un activista comunista, la solución a dos problemas, primero el del mártir del partido, aunque el crimen fue más pasional que político y segundo, el Himno del Partido Nacionalsocialista.
Horst Wessel Horst Wessel, se enamoró de la prostituta Erna Jaenicke, quien era "manejada" por el activista comunista Albrecht Höhler.
La música escogida fue el Himno del Soldado una antigua canción folklórica del norte. Curiosamente, esta canción tiene un gran parecido al himno religioso estadounidense "How Great Thou Art" que a su vez fue copiada de la melodía sueca "O Store Gud" de Carl Boberg. La letra fue tomada de unos versos escritos por el propio Horst Wessel que fueron publicados el 23 de Setiembre de 1929 en "Der Angriff" periódico de Goebbels.
Al Viento las Banderas, oficialmente se cantaba después del Himno Nacional de Alemania y se hizo tremendamente popular alrededor de 1930.
Horst Wessel Lied
1.
Die Fahne hoch
Die Reihen fest geschlossen
S.A. marschiert
Mit ruhig festem Schritt
---
Kam'raden die Rotfront
Und Reaktion erschossen
Marschier'n im Geist
In unsern Reihen mit (bis)
2.
Die Straße frei
Den braunen Batallionen
Die Straße frei
Dem Sturmabteilungsmann
Es schau'n auf's Hakenkreutz
Voll Hoffnung schon Millionen
Der Tag für Freiheit
Und für Brot bricht an (bis)
3.
Zum letzten Mal
Wird nun Appell geblasen
Zum Kampfe steh'n
Wir alle schon bereit
---
Bald flattern Hitler-fahnen
Über allen Straßen
Die Knechtschaft dauert
Nur mehr kurze Zeit (bis)
4.
Die Fahne hoch
Die Reihen fest geschlossen
S.A. marschiert
Mit ruhig festem Schritt
Kam'raden die Rotfront
Und Reaktion erschossen
Marschier'n im Geist
In unsern Reihen mit (bis)
Compárece el parecido del himno religioso "How Great Thou Art" cantado por Elvis Presley, con el Himno Horst Wessel
"How Great Thou Art" por Elvis Presley
Mi madre nunca me contó una nana, pero mi padre sí me cantaba cosas para que me durmiese. Pero él no sabía nanas, y me cantaba lo que conocía. Por ejemplo, el Horst Wessel. el himno de las SS. También estaban en su repertorio coplas como La Parrala, Ojos Verdes, La bien pagá,Tatuaje, y canciones que no erna nada apropiadas para la nena que yo era. Sin embargo, a mi me gustaban muchísimo, y las escuchaba y no me dormía, porque, aunque hablando después con mi padre, y él contestándome que una niña tan chica no podía entender nada, vaya que sí que lo entendía, y no me dormía de lo interesada que estaba. Mi padre me dió una educación bastante castrense, o a modo de boy-scout, pues de pequeña yo ya sabía localizar la estrella polar, por si me perdía de noche, las principales constelaciones, los nombres de los árboles, de los frutos silvestres que eran venenosos y los que no...y mil cosas así. Supongo que él en la guerra de España las había aprendido y quería que yo también las supiese. Y cuando salí del colegio, a los 15 años, después de haber cursado el Bachillerato Superior en las malditas Teresianas, que el diablo confunda, hizo una cosa que ahora me parece increíble. Era el Jefe del Servicio de Armamento, donde yo trabajaba en el laboratorio de explosivos, y un día me llevó al polvorín de Puntiró y me enseñó a disparar con pistola, metralleta (una precursora de la Kalachnikov),fusil y ametralladora. Eran todas armas italianas, pues los primeros años después de la guerra el ejército español lo tenía todo italiano o alemán,-hasta el autobús en el que iba a laboratorio, que era alemán-. Me acuerdo bien que la pistola con la que disparé era una Beretta del 9 corto, y la ametralladora era también italiana, pero no me puedo acordar de la marca. Era muy grande y había que ponerle sacos terreros porque se encabritaba mucho al disparar. Lo hacíamos desde arriba, porque Puntiró es un valle profundo, y abajo estaban unos blancos. Recuerdo que cuando empecé a disparar aquello me pareció superdiver, pero no tanto a un pobre Guardia Jurado que estaba en el fondo del valle cogiendo espárragos. Salió de estampida, el pobre. Menos mal que no me lo cargué...Mi padre me enseñó a ser sufrida, a no quejarme y sobre todo a jamás llorar en público. Me decía, cuando en el colegio me puteaban las teresianas o las niñas:
-Cuando te quieran pegar, dales patadas en las espinilas, que ahí duele mucho. Pero, te digan lo que sea, no llores nunca fuera de casa. Te aguantas y en casa ya lloras lo que quieras.
Así lo hice y así lo hago, y no recuerdo en mi vida que haya llorado (aunque lloro poco) fuera de las paredes de mi casa.
Cuando fuí mayor me afilié al Partido Comunista. Era lógico. Estaba de fachas hasta las narices. Y si al menos hubiesen sido como los nazis, pero me di cuenta enseguida que los fachas españoles estaban horriblemente mezclados con la clericalla, y por ahí yo no pasaba.Los odiaba porque me habían hecho sufrir tanto con sus amenazas del infierno, ejercicios espirituales, comuniones obligatorias, confesiones sacrilegas y toda la parafernalia católica.Veía a un cura y me daban ganas de matarlo. O a una monja, o a una Teresiana. Las hubiese asesinado a todas. A veces las Teresianas nos contaban lo malísimos que habían sido "los rojos" con las pobres monjitas, violándolas, quemando sus conventos y haciendo un montón de atrocidades, y sobre todo hablaban de quien les azuzaba, una mujer diabólica llamada "La Pasionaria". A mí, todas aquellas explicaciones terroríficas me parecían poca cosa, y consiguieron que los rojos me cayeran de puta madre y que tuviese por Dolores Ibarruri una admiración sin límites.¡Qué lástima-. pensaba yo- que una gente tan marchosa y valiente hubiese perdido la guerra, y que la hubiese ganado un general bajito con voz de pito, y del que se decía que era impotente y dormía con el brazo de Santa Teresa!. Claro que si Franco no se hubiese rebelado contra la República, mis padres no se hubieran conocido y yo nunca hubiera nacido. Que cosas tiene la vida...
Mi madre en Gerona se afilió a la CNT-FAI pero sin creer en nada, solo "para que no la molestasen", y se pasó toda la guerra con alpargatas y el uniforme de la FAI. Pero su familia era muy beata, y en su casa, con mi abuela (mi abuelo había muerto ya hacía varios años)tenían escondidas a dos hermanas monjas que no podían salir de casa porque las hubiesen asesinado,porque tenían una pinta de monjas que no podían esconderlo. Cuando iban los rojos a registrar, mi abuela les decía que mirasen en la carbonera, que allí estaba lleno de curas y monjas. Y era verdad, pero mi abuela los tenía bien puestos. Los milicianos se reían y no les hacían nada. Además, muchos de estos muchachotes habían sido criados en la casa pairal de mi abuela y les tenían cariño, y les traían comida para que no pasasen hambre. Pero mi madre, terminada la guerra se afilio a Falange, a la Sección Femenina. Era de lo más clasista, y cuando niña me decía que "no me traigas a casa un novio "trabajador" (así llamaba ella a los obreros), porque no te lo admitiré.".Luego le traje a Paco, y cuando se enteró de que su padre había trabajado tendiendo los cables eléctricos en el Sahara francés y había pescado esponjas en Cuba,y su madre era hija del panadero del Calvià, no me lo perdonó y me hizo la vida imposible, y entonces empecé a tener unas depresiones que arrastraré toda la vida. Por culpa de sus putos prejuicios clasistas. Merde, merde, merde. Menos mal que madre no hay más que una.
Cuando trabajaba en el laboratorio de explosivos,y decía que "me iba a trabajar", mi abuela se escandalizaba y me decía que no dijese la palabra "trabajo", que yo no era una trabajadora. Entonces mi padre se cabreaba y decía:"-Pues claro que va a trabajar, ¿es acaso algo malo?". Mi padre, siendo facha, era menos facha que ellas. Luego, cuando estuve en el PC, me encontré a muchos hijos de militar. El Partido Comunista estaba lleno de ellos. No me extrañó nada.
MUY INTERESANTE...
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIRLO...!!