domingo, 25 de abril de 2010

El rostro puro y terrible de mi patria

EN EL PRINCIPIO

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

Blas de Otero

Cuando yo iba al colegio, en la clase de Formación del Espíritu Nacional (siempre tuve sobresalientes y matrículas, el rollo político ya me iba) nos decían que una de las cosas serias que se pueden ser en esta vida es ser español. ¡Valiente majadería!. Yo creo que haber nacido en este maldito pais es una desgracia, y ni pizca seria. Ya decía me parece que era Oscar Wilde (y él sabía un rato) que el humor es el último refugio de la desesperación.
El día más emocionante de mi vida no fué el de mi boda, ni el de mi primera comunión, ni siquiera el que dejé por fin el colegio de Las Teresianas,sino el del entierro, en Madrid, de Dolores Ibarruri, Pasionaria. ¡Ese sí que fué un día para recordar!. Me parece que ya lo he contado tropecientas veces, pero nunca olvidaré, yo que estaba en un lugar privilegiado, cerca del féretro con la bandera roja, a los del Regimiento Thaelmann, veteranos venidos de Bélgica,con sus banderas de entonces. Había muchos brigadistas venidos de sus países, y gente del PC de toda España. Del norte, del sur, el este y el oeste. A veces la Historia se detiene y `parece que fué ayer. Ese día no parecía perdido en el tiempo,sino una continuación.
Ahora con lo de recuperar la Memoria Histórica parece igual. Han pasado años, pero es como si no hubiese pasado ninguno.
Veremos como acaba todo esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario