martes, 20 de abril de 2010
Leyendo la prensa
Se entera una de cosas curiosas. Por ejemplo, que Farah Diba era una mujer amable y comprensiva con sus servidores. Cuenta la revista que una vez, en ocasión de una gran cena de gala, alguien le fué a decir que el jefe de los cocineros, responsable del éxito de dicha cena, estaba llorando. Fué a verlo y le dijo entre hipidos que la gran tarta que había preparado se había desmoronado en parte, y que estaba impresentable. La emperatriz le consoló y le dijo que no se preocupase. Que quitase la parte de arriba y que presentase la tarta delante de una cortina que había en el comedor, acultando así por detrás la parte derrumbada. Así lo hicieron, y nadie reparó en nada. Esta anécdota me recuerda otra del cocinero de Nicolás Fouquet, intendente de las finanzas de Luis XIV, quien se suicidó porque en una ocasión parecida a la de la cena del shah de Persia constató que había calculado mal la cantidad de comida y era insuficiente para los comensales. Esto es llevar la honrilla profesional un poco lejos, pero es que era un cocinero tan reputado que no pudo soportar tal humillación.
La vida de Nicolás Fouquet también es interesante.Estudió en los Jesuítas y su padre le compró un título para que hiciese carrera. Y vaya si la hizo.Intrigó, y como era listo, acabó siendo el encargado de las finanzas de Luis XIV. Se construyó -parece que honradamente- un palacio precioso, con unos jardines los más bonitos de entonces.
El Palacio de Vaux-le-Vicomte, está ubicado junto a la ciudad francesa de Maincy (departamento de Seine-et-Marne y es un palacio de estilo barroco del siglo XVII (1658-1661), construido para Fouquet, que contrató a los mejores artistas de la época para construir su palacio: el arquitecto Luis Le Vau, el pintor Charles Le Brun y el paisajista André Le Nôtre.
El éxito de dicho palacio molestó de tal modo a Luis XIV que provocó la caída de Nicolás Fouquet .que dió con sus huesos en la cárcel para el resto de su vida,y todo el equipo que había participado en su construcción fue contratado para la realización del Palacio de Versalles.Aquí, pienso, Fouquet no estuvo a la altura de su preclara inteligencia, pues debía saber que a los poderosos les molesta mucho que se quiera aparentar más que ellos.
El palacio es, en la actualidad, la mayor propiedad privada clasificada como Monument Historique, obra maestra del arte francés del siglo XVII.
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