martes, 27 de abril de 2010

LOS ESTRAGOS DE LA VIRTUD




Tengo algunas amigas –y que por suerte nunca leen este blog, o sea que aunque no vaya a poner su nombre tampoco se reconocerán en lo que voy a escribir- que son solteras de las de antes, de la especie a extinguir. Los jóvenes no conocen este extraño espécimen, tan raro ya como los ornitorrincos y que cuando mueran, ya habrán desaparecido del mapa, como los pájaros bobos, llamados así porque no recelaban nada, y los conquistadores y colonizadores acabaron matándolos a todos porque no huían nunca. Yo no quiero decir con esto que mis amigas sean bobas, sino que son unas desgraciadas. Vírgenes y mártires, víctimas de la educación de posguerra, de los curas y monjas y de sus madres, todas unas obsesas sexuales. Y es que las señoras de la edad de mi madre, que ya están casi todas muertas, eran de un obseso que no se podía aguantar. Todas eran niñas o casi cuando Franco nos salvó (¡¿?¨**¡¡*grr!!)de la masonería, el marxismo y unas cuantas cosas más que no recuerdo ahora, y crecieron como azucenas idiotas en macetas dentro de sus casas. Adiestradas en la vida piadosa por la inefable Sección Femenina, de misa dominical y comunión frecuente (cuando no diaria) eran unas pobres beatas chupacirios y adiestraron a sus hijas tan bien en las maravillas del virgo por obligación y de mantenerse castas y puras hasta el matrimonio, que lo que consiguieron (la culpa toda es de Franco, que dormía abrazado al brazo incorrupto de Santa Teresa, una aberración sexual muy especial)es criar una generación de beatas frígidas, que si se casaban se dedicaban a tener niños como posesas y si no, se convertían en la clásica (y ya poco conocida) solterona de las que los hombres decían en mi juventud “que tienen el coño lleno de telarañas”. Yo tengo varias amigas así.Son las únicas que he podido conservar, las que no se han casado, pues las otras, las de marido e hijitos esas no quisieron seguir saliendo conmigo, pues sus obligaciones de buenas madres y esposas resignadas no se lo permitían.
Hoy me he cabreado con una de las otras. La tía tiene un pisazo en el centro de Palma, cerrado, y en la playa una casa porticada que yo le digo que parece de un plantador de té ceylanés, rodeada por estupendo jardín, y por si fuera poco, cerca posee un bosque de pinos que aquello, cerca del mar,.debe valer millones de euros. Pues no quiere vender nada, excepto el piso, y bastante caro. Pues me lloriquea porque dice que no tiene dinero.
Hoy hemos tenido el siguiente diálogo:
-¿Cómo estás?- le pregunto yo.
Estos días su padre ha estado a punto de morir. El hombre tiene 93 años y cualquier día la casca. Si la espicha,ella se queda sin dinero, pues el sueldo de su padre es su única entrada.No ha trabajado en su vida. Y el piso, al precio que pide, no lo vende ni a tiros.
-Muy mal- me contesta.
Hemos empezado a hablar de bobadas, y yo, no recuerdo a razón de qué, le digo:
-Pues como yo presumo de comunista y tengo demasiadas cosas, a veces regalo algo a gente que tiene menos.
-¿¿Cómo por ejemplo??!!- me responde muy interesada.
-Pues por ejemplo, a la mucama boliviana que viene a quitar las marranadas de mi casa una vez a la semana, y que los otros días trabaja en una peluquería donde me parece que la explotan bastante. Como yo tengo una cantidad indecente de bolsos caros, le regalé uno de Pierre Cardin, se puso contentísima y lo usa siempre. Y es que esta chica tiene mucho mérito. Es guapísima, con un tipo de infarto, alta, 25 años y en vez de meterse a puta y ser ya millonaria, va sin embargo por las casas como la mía limpiando cochinadas y luego a la pelu. ¡Tiene mucho mérito esto! ¡Se merecía el bolso!.
-¿Y yo, no me lo merezco?- me responde mi amiga.
-Pues no, porque tú tienes todo un patrimonio del que ella carece: Un piso, una casa enorme y un solar que vale una pasturria.
Pues la tía va y se me enfada, me contesta que no la comprendo, que no entiendo su sufrimiento, y que nada de nada, adiós muy buenas. Yo protesto y le digo que sí la comprendo, pero la he ofendido de forma tremenda. Pues no le voy a regalar ningún bolso, pues ya completé el cupo de mi generosidad solidaria con la mucama de los sábados. Ele.
La otra amiga que tengo que es también una virtuosa por obligación, con telarañas en salva sea la parte, cada cinco años me hace una putada, yo me enfado, se lo echo en cara, se pone triste, dice que lo siente, “que ella es así”,yo la `perdono y hasta la próxima. Hace poco tuvimos un enfado de categoría, pero luego, al cabo de un año, la llamé y volvemos a ser amigas.
¡Ay, señor, y qué difícil es la amistad con mujeres virtuosas!
En cambio tengo otra amigueta, que esa no es nada de eso, y que la puteé bastante cuando yo era su jefa, porque llegaba siempre tarde a la Oficina, y no me guarda rencor. Esta se quitó el virgo en cuanto pudo, y nunca ha dejado que las telarañas criasen en su entrepierna. Y no es nada susceptible…Qué diferencia.
Y cuando yo digo que Franco hizo mucho daño,,,yo ya sé por qué lo digo. Yo podía haber sido una mojigata, pues mi madre me crio para ello, pero me sacudí todas las enseñanzas castrantes de la clericalla y las Teresianas malditas, pero a costa de mi salud. Pero ha valido la pena.
Aunque, y en vista de lo bien que se lo pasan las chicas ahora, que se acuestan con quien les sale de la punta del clítoris, y yo para ser libre tuve ¡que casarme!...¿A mí… quién me devuelve la juventud?...


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