domingo, 23 de mayo de 2010
La romería del Rocío
Es la romería más famosa de España y del mundo. Se celebra la semana antes del domingo de Pentecostés y se va en carreta desde Sevilla y otros lugares hasta la ermita de la Virgen del Rocío, situada en Almonte, en las marismas del Guadalquivir, y hay que estar en forma, pues es toda una prueba física. Se tiene que aguantar el fuerte calor de mayo, el sudor, el polvo, pasar el río Quema de cualquier manera...a pie, a caballo o en carro,pero la gente se lo pasa bomba y por la noche se baila junto a la carreta, se come y se hace de todo. Se duerme debajo del carro o dentro. Cuando ya es el desmadre es cuando se llega a la ermita de la Virgen, pues los hombres de madrugada "saltan la reja" del Monasterio y se cargan a cuestas a la Virgen, que se inclina peligrosamente y siempre está a punto de caer, pero nunca se cae. Es digno de verse. Aunque se ofendan los romeros y fans del festejo que me puedan estar leyendo, es todo idolatría pura y dura, como todas las fiestas religiosas andaluzas y españolas. Aquí se venera a una estatua, un ídolo, y nada más. Matarían por esa Virgen. Esta romería es antiquísima, pues en tiempos casi protohistóricos ya existía una romería a ese sitio,pero como era antes del Cristianismo, se iba al templo de una diosa pagana.Los fenicios tenían aquí un santuario a la diosa Ástarté, diosa de la luna, y si se fijan en la imagen de la Virgen del Rocío, -como en muchas otras Vírgenes cristianas- tiene bajo los pies una enorme media luna. Es la luna de Astarté, que los sacerdotes cristianos, al intentar "cristianizar", valga la redundancia, tan pagano culto, no pudieron eliminar. Ya viene de entonces todo el arrebato, la pasión y el fanatismo de esta romería sin igual.
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