martes, 22 de junio de 2010

Cura saleroso (es muy viejo el chiste...pero siempre hay alguien que no lo sabe, y como es graciosete...)


*
Una señora estaba en un avión volviendo de Suiza. A su lado estaba sentado un cura, entonces ella le pregunta:

- Padre, ¿puedo pedirle un favor?

- Sí hija mía, ¿qué quieres?

- Mire, compré un depilador eléctrico súper sofisticado muy caro y tengo miedo que supere mi límite en la Aduana. ¿Podría usted esconderlo debajo de su sotana?

- Sí mi querida, puedo, solamente debo advertirte que yo no sé mentir.

La señora piensa: -¡Ay! Ojalá que nadie le pregunte nada al cura...

- Está bien padre, gracias por su ayuda... y le da el depilador.
Llegando a destino en el aeropuerto, el funcionario de Aduanas le pregunta al cura:

- ¿Algo a declarar padre?

- A lo que el cura responde: De la cabeza a la cintura, nada a declarar hijo mío.

Medio extrañado el funcionario le pregunta:

- Y de la cintura para abajo, ¿qué tiene?

- Allí abajo tengo un instrumento para mujeres que nunca fue usado.

Y el funcionario echa unas carcajadas y dice:

- Próximo de la fila.

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