Al principio yo las miraba con malos ojos, pues me parecían de peor calidad que las de toda la vida. Pero después tuve que dar mi brazo a torcer. Las bombillas incandescentes gastan demasiada energía. Consumen cuatro o cinco veces más que las de bajo consumo. La principal crítica que se les hace a éstas es que son más caras cuando se compran. Sin embargo, duran de 6 a 15 veces más y consumen 5 veces menos energía. O sea que es rentable pagar más al principio. Y cuando se encienden yo las encontraba que apenas daban luz, pero eso es una tontería, pues enseguida ví que enseguida eran tan luminosas como las otras.
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