domingo, 20 de junio de 2010

No todos los yernos son unos traidores como el Jonás

Sobre la cama de su hija de 16 años hay un consolador.

Angustiado el padre decide, después de mucho pensarlo, enfrentar directamente el tema con su hija.

Cuando ella llega del colegio le dice:

-Hija, quiero que hablemos de esto( mostrándole el consolador ). ¿Puedes explicarme qué significa?

-Fácil - dice ella - Tú me has enseñado que debo tener una sexualidad responsable y por lo mismo he decidido dar rienda suelta a mi alboroto hormonal con este consolador que no me contagia de SIDA, me coge a cualquier hora, no debo chuparlo para que se pare, me coge el culo como los dioses, no me embaraza y no me pone los cuernos.

El padre la mira seriamente, pensando en su interior, ella tiene razón y decide dejarla seguir con su consolador.

Días después la hija llega del colegio y al entrar a la sala ve a su padre con un vaso de whisky en una mano y con el consolador en la otra.

Lo mira aterrada y le exclama: -¡Papá que haces con mi consolador...!

El padre, que estaba muy en pedo, la mira con los ojos brillantes y la lengua medio enredada y le dice:

"¿Qué... no puedo tomarme un whisky con mi yerno...? "

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