miércoles, 7 de julio de 2010
Dichos
Salvarse por un pelo
Este dicho viene porque en la antigüedad los marineros cuando caían al agua generalmente eran agarrados y subidos de los pelos. Por esta razón solían dejarse el cabello lo más largo posible, el cual, al hundirse el cuerpo, quedaba flotando y era un excelente punto de agarre.
Me lo contó un pajarito
En Grecia y Roma, sobretodo en la última, se creía que los pájaros, al ser dueños del vuelo, poseían características magnificas de percepción. Como con el tiempo comenzaron a ver que ante una tormenta severa las aves eran las primeras en evacuar la región, los romanos, las designaron como portadoras del saber futuro. De hecho el rito de los Augurios, donde se intentaba predecir el futuro, se basaba en observar el volar de los pájaros -al igual que lo hicieran Rómulo y Remo esperando ver 12 pájaros para fundar Roma-. De Aquí viene que el dicho “me lo contó un pajarito” signifique que nos enteramos de algo “misteriosamente”.
Tirar la casa por la ventana
En el siglo 19, cuando alguien ganaba la Lotería Nacional de España se estilaba a que los amigos y familiares del afortunado fueran a su casa y, literalmente, arrojaran todas sus posesiones por la ventana. Esto en señal de la nueva vida de dicha persona.
Por h o por b
Esta es realmente simple, y así y todo, no me la hubiera imaginado nunca. Las letras h y b son las que más problemas traen a los niños durante su etapa escolar. Es muy normal que siempre, al escribir un dictado de la maestra, los chicos fallen en las palabras que llevan una h o una b. Por esta razón decir “por h o por b” significa haber errado por tal o cual cosa, sin querer dar muchas explicaciones.
No saber ni J
La J es una letra que viene del idioma Hebreo. Como en su forma escrita la J -que es la letra más chica de todas- forma parte de la estructura escrita del resto de las letras, “No saber ni J” significa no saber nada.
Marcharse a la Francesa
En Francia, durante el siglo XVIII se comenzó a estilar marcharse de una reunión o de la mesa sin saludar, pùes era costumbre que los invitados leyesen poemas o tocasen algún instrumento. Para no distraer a la concurrencia, la gente de iba sin despedirse.
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