viernes, 6 de agosto de 2010

La fe del beduíno


Esto es un caso real. Cuando los ingleses poseían aún su imperio, mandaban en muchos países de Oriente Medio. En uno de estos, un beduíno, que había nacido en el desierto, que vivía allí y que casi nunca iba a las ciudades, una vez fué a una de éstas montado en su camello. Allí vió a un oficial inglés a caballo, y, como no había visto ninguno nunca, se extrañó. Le preguntó a otro árabe que estaba allí qué quien era ese hombre, y el otro le contestó:
-Es un oficial inglés, un extranjero, y no cree en Dios.
El beduíno no entendió nada. El, que se había criado viendo desde niño el cielo estrellado y magnífico del desierto, no entendió aquello. Para él era como si le hubiesen dicho que no tenía cabeza, o algo así.
-¿Pero cómo que no cree en Dios?¿Hay gente así?
El beduíno hacía esfuerzos por comprender. Cuando por fin consiguió asimilar aquello que le decía el otro, se quedó espantado y un sentimiento de asco le recorrió el cuerpo.
Se bajó del camello y vomitó.

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