sábado, 21 de agosto de 2010
Ramadán a la carta
L..., una buena amiga mía y correligionaria, últimamente ha estado instruyendo en la religión islámica a varias chicas españolas que se han convertido. Cada vez hay más personas, españolas, que se convierten al Islam.
Pues a lo que iba. La buena de L... les explicó que el día 11 de agosto empezaba el ayuno del Ramadán, que dura una luna completa con sus 4 fases y que consiste en no comer ni beber ni tener relaciones sexuales desde el alba al ocaso. A mí me parece que esto lo puede entender cualquiera. Hay excepciones, como personas enfermas, mujeres embarazadas, gente bajo medicación que deben tomarla durante el día, ancianos, niños, y un largo etcétera. Pues una de las catecúmenas de L... (esto me lo contaba la interesada perpleja):
-"Pues me viene Fulanita- me cuenta L...- y me dice que a media mañana se ha comido un bocadillo. Yo le digo que si no se da cuenta de que había empezado a hacer el Ramadán, y me contesta tan tranquila que ya lo sabía, pero "que tenía hambre".
Caray, caray, caray. Comprendo que mi amiga se quedase de una pieza. Lo que no comprendo es la reacción de la catecúmena. Solo lo entendería en el caso de que ella no hubiese entendido nada. O sea, que la palabra "ayuno" hubiese sido la primera vez que la oía.???. Misterio. Y es que a veces no entiendo nada a la gente.La rara debo ser yo...Y mi amiga.
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