lunes, 6 de septiembre de 2010

La barrera del sonido


El sonido es una onda, y como tal, su velocidad depende de la densidad del medio en el que se mueve (aire, agua o a través de paredes u objetos sólidos) y de la temperatura de los mismos (por ejemplo en el caso del vapor de agua o del hielo). A través del aire y a una temperatura ambiente de 20º C, se propaga a una velocidad media de 343 metros/segundo (unos 1235 kilómetros/hora).
A finales de la Segunda Guerra Mundial, se acuñó la expresión Barrera del Sonido para designar lo que se pensaba que era un límite físico a la velocidad durante la carrera armamentística, que requería de aviones cada vez más rápidos. Al viajar a velocidades próximas a la del sonido, muchos prototipos sufrían pérdidas de presión y problemas de aerodinámica.
Esto es debido a que al acercarse a la velocidad del sonido, el aire que fluye por la superficie del avión se comprime y produce un aumento considerable de la resistencia, resistencia para la cual no fue diseñado el aparato. Los ingenieros de la época pensaban que esta resistencia crecería de forma exponencial a medida que se aumentase la velocidad, haciendo imposible (o muy costoso) el viajar a velocidades mayores, pero se equivocaban.

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