jueves, 23 de septiembre de 2010
La luna de miel
Tiene su origen a principios del cristianismo, en Escandinavia. Existe una gran diferencia entre el significado original de "luna de miel" y su actual connotación: Un deseable y placentero aislamientio como preludio a la vida matrimonial. El antecedente de este término, la antigua 'bjunnottmanathr' escandinava, es, como veremos, cínico en su significado, y el aislamiento al que alude era en otro tiempo cualquier cosa menos deseable.
Cuando un hombre de una comunidad septentrional europea secuestraba a una joven de un poblado vecino, era obligado que la ocultara durante un período de tiempo. Sus amigos le proporcionaban cierta seguridad, y su paradero solo era conocido por el "padrino". Cuando la familia de la novia abandonaba su búsqueda el hombre regresaba a su poblado. Al menos, tal es la explicación popular ofrecida por los folkloristas en cuanto al origen de la luna de miel: Luna de miel significaba ocultamiento.Para las parejas cuyo afecto era mutuo, las obligaciones cotidianas de la dura vida que se llevaba en el pueblo no permitían darse el lujo de pasar días o semanas en una placentera ociosidad.
La palabra escandinava equivalente a "luna de miel" procede en parte de una antigua costumbre de la Europa septentrional. Los recién casados, en el primer mes de su vida matrimonial, bebían directamente una copa de vino mezclado con miel, y tanto esta bebida como la práctica de robar mujeres forman parte de la historia de Atila, rey de los hunos asiáticos de 433 a 453 d.C.Este guerrero bebió una cantidad enorme de este brebaje para celebrar su matrimonio, en 450, con la princesa romana Honoria, hermana del emperador Valentiniano III. Atila la había secuestrado, a pesar de estar ella ya casada, y se la adjudicó, al tiempo que reivindicaba la mitad occidental del Imperio. Tres años más tarde, con ocasión de otro festejo, la afición insaciable de Atila por aquella bebida (y por todas) le indujo a un consumo excesivo, lo que le produjo vómitos, estupor, coma y finalmente la muerte.
El término "miel" queda, pues, suficientemente explicado. En cuando a "luna" procede de una interpretación más irónica. Para los auropeos del norte, aludía al ciclo mensual de nuestro satélite, y su combinación con "miel" sugería que no todas las lunas o meses de la vida matrimonial eran tan dulces como la primera. Durante los siglos XVI y XVII, poetas y escritores empleaban frecuentemente la interpretación nórdica de la luna de miel en el sentido de un declive pronunciado en el afecto marital.
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