Cuando a la gente le da por cuidarme o Mi familia política piensa que soy idiota

Todo lo que voy a escribir es un poco embarullado, pero espero que algo sí se me comprenda lo que quiero decir. A Paco, mi marido, le dió un infarto hace ocho días y yo me asusté, pero como soy musulmana tengo resignación y conformidad, y no soy una histérica como mi familia política cree. Yo creo firmemente que cada uno se muere cuando le llega la hora, y es estúpido desesperarse por ello. Me sacan de quicio esas personas que lloriquean y dicen "que no es justo" cuando alguien muere joven. Y es porque no creen como creo yo en el destino. Soy fatalista, y pienso que lo que tiene que pasar pasa, a pesar de todo.
Me llama mi cuñada para decirme que cuando Paco se pone enfermo no tengo que mostrar preocupación. Lo que no entiende, ni Paco tampoco, es que yo nunca finjo, y a mí me cabrearía mucho que, cuando esté en las últimas, la gente fingiera que está alegre y que no pasa nada. No es mi estilo. Como la familia de Paco sabe que he tenido problemas de depres y ataques de angustia, ellos que no saben ni papa de esto porque tienen la suerte de ser menos complicados que yo, cuando mi costillo se pone enfermo y no pongo cara alegre, porque no me sale, piensan que soy una débil (mental) y cosas asi. A mi, que mi cuñada piense eso de mí, o los sobrinos de Paco, me importa un bledo, porque hace ya mucho tiempo que dejo de importarme la opinión de los demás. Esto es en mí soberbia diabólica.
He intentado explicar a mi cuñada, que amablemente me decía que tenía que ocultar "mi debilidad" (yo que no he sido débil ni cuando mamaba)delante de Paco, todas estas cosas tan complicadas de mi carácter, pero no me ha entendido, y no me extraña nada.Le he dicho que estamos en otra longitud de onda, y que el fingir no era mi fuerte.
Por desgracia, y eso sí me importa, Paco tampoco me ha entendido nunca, y eso que llevamos la intemerata casados. El sigue viendo en mí una flor de estufa, cuando en realidad soy un cardo borriquero. Y se lo dice a su familia, que piensan que soy mema.
Que mi familia política piense que lo soy me importa un ardite; también mi madre pensaba que era cobarde, cosa que no he sido jamás. Mi padre sí me entendía, porque nos parecíamos bastante.
En mi ya larga vida he descubierto que es imposible cambiar la opinión que la gente tiene de una, y lo único que me fastidia de este tema es que Paco no me haya entendido nunca, ni me entenderá, a pesar de tantos años juntos. Y es que estamos en diferente longitud de onda. El está en la onda de su familia, y por eso me tienen todos, incluído él, por débil mental y orquídea delicada y empreñosa. Aunque luego me digan que no. Piensan que no soy la clase de mujer que Paco necesitaba y quizás tengan razón, pero el tiempo en que llevamos casados lo hemos pasado muy bien, me divierto con él aunque no me comprenda ni lo hará jamas, porque el aceite y el agua no se pueden mezclar.
El mejor elogio que me ha hecho en todos estos largos años fué una vez que me dijo que nunca se había aburrido conmigo, porque vivir a mi lado era muy peligroso y emocionante.
Menos da una piedra.
La verdad es que doy impresión de debilidad, pero como soy una malvada, no trato de cambiar, porque así la gente me mima y me cuida, y a mí eso me gusta mucho. Pero Paco se lo ha creído demasiado, y su familia me tiene por boba. ¡Qué le vamos a hacer! -.Hay que pagar un precio por todo en esta vida...

FOTOS:Delicada orquídea e hirsuto cactus