lunes, 1 de noviembre de 2010

Agitada noche de difuntos



Lo que voy a contar que me ha pasado esta noche ya sé que no se lo va a creer nadie, pero me da igual. Juro que es cierto y no exagero, por Dios y la salvación de mi alma, que no es poco jurar. Ayer me fuí a acostar pronto, pues estos días estoy muy cansada, ya que Paco está enfermo en la UCI y está situación me agota. Ayer había mejorado.
Mis gatas tienen costumbre de dormir conmigo, pues tengo una cama grande y cabemos bien todas.
Ayer me metí en la cama a las 20.00h. y me quedé frita, del stress que llevo estos días. Pero a las 4 de la madrugada me despiertan unos fuertes golpes, como dados con el puño, en la cabecera de madera de mi cama. Mis gatas huyen despavoridas, yo enciendo la luz y como estos días estoy sola en casa estaba segura de que no había nadie conmigo. Al cabo de cinco minutos los golpes se repiten, más flojos.
Y eso es todo.Que no es poco. Esa pared no da a ninguna habitación, está mi habitación toda ella orientada al norte. Y los golpes fueron dados en la madera, no en la pared, y sonaron como si llamaran en un castillo. No hay nada detrás que pueda producir tal estruendo.
Yo, como estoy relativamente acostumbrada a estas cosas -he contado en este blog que me ocurren experiencias de este tipo desde pequeña, y entonces sí me daban miedo, pero después me acostumbré y no les hago mucho caso-, pues me he vuelto a dormir.Las gatas no han venido ya más, cosa inusual en ellas, que si se van a comer o a hacer sus necesidades de noche , siempre vuelven,y están conmigo hasta que me levanto. Esta mañana, la Loli, que es la más sensible de mis gatas, estaba escondida y no aparecía, y eso que al ponerles comida hago unos ruiditos con el comedero y las latas que ellas conocen muy bien y acuden enseguida.Han aparecido la Chenta y Benjamina, pero Loli ha tardado un rato, ha aparecido desde su escondite, que no sé cual era, y, como pisando huevos, se ha ido a comer. Luego se ha puesto a maullar por toda la casa de manera lastimera.
A mí, de todo este asunto, lo que más me ha impresionado ha sido la reacción de mis gatas. Es sabido que los animales, sobre todo los gatos, son muy sensibles a este tipo de cosas. Loli es la más querida de Paco, y hasta he llegado a pensar si este había muerto y aquello era su despedida. ¡Madre mía!. Menos mal que no soy miedosa.He llamado a la clínica pero no me contestan. Ahora voy a ir a ver cómo se encuentra Paco, pues el día 21 tuvo un infarto muy severo, al cabo de una semana le dieron de alta pero antes de tiempo, y tuvieron que
reingresarlo con los pulmones encharcados. Me he pasado una semana durmiendo en su habitación, pero estoy agotada y ahora duermo en casa. ¡Y encima me molestan los fantasmas!.
He escrito esto para desahogarme, pues he vuelto a llamar a la clínica y me han dicho que ahora no puedo entrar en la UCI.Hasta la una, que empiezan las visitas. He preguntado cómo estaba, pero no saben nada.
Mañana, si puedo, escribiré más. Señal de que todo va bien y solo ha sido una pesada broma de ultratumba.Jodeeeeeeeeeeerrr...

2 comentarios:

  1. Caramba. No te animaste a preguntarles qué querían... ? Espeluznante. Que nos cuentes más...

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  2. Pues no, no les pregunté. Solo aporrearon la cabecera de mi cama dos veces en plena noche y asustaron pero que muchísimo a mis gatas.Luego lo comenté con mi amiga Leila, que también es musulmana, y me mandó por e-mail un exorcismo para hacer en toda la casa. Paco está mejor, gracias. Y respecto a mi visita "diabólica", dice que ese demonio es un gallina, que solo se ha atrevido a molestarme cuando él no está en casa...jejeje, es verdad. Aún está en la clínica, pero mejorando mucho. Gracias...

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