domingo, 21 de noviembre de 2010
Causas de la Primera Guerra Mundial
Para estudiar las causas que provocaron la Primera Guerra Mundial hemos de remontarnos hasta finales del siglo XIX cuando el Reino Unido y Alemania eran los principales contendientes y dominadores del continente europeo.
Hasta la unificación de Alemania en el año 1871, el Reino Unido era la potencia marítima que controlaba el aparente equilibrio entre los grandes estados europeos, pero tras la llegada al poder de Alemania de Otto von Bismarck, la situación comenzó a cambiar. El canciller empezó a extender su hegemonía en la Europa continental aislando a Francia y pactando alianzas con las otras dos grandes potencias: el Imperio austro-húngaro y Rusia, con los que formó la Liga de los 3 Emperadores. Las alianzas se extendieron incluso a Italia, y Rusia, finalmente, y tras sus continuos enfrentamientos con Austri-Hungría, se mantuvo neutral, alejándose, poco a poco, de ese eje.
Tras la caída de Bismarck fue el Emperador Guillermo II el que inició una política mucho más agresiva con la intención de convertir a Alemania en la gran potencia mundial. Así, se acabaron por formar dos bloques enfrentados por intereses coloniales y económicos: la Triple Alianza, formada por Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia, y la Triple Entente, con Rusia, Francia y el Reino Unido (que anteriormente habían firmado un acuerdo de colaboración sobre las colonias africanas: la Entente Cordiale). A ella se acabaría uniendo más tarde Serbia.
Los primeros motivos de tensión política se centraron en Marruecos donde Francia aspiraba a crear un protectorado. Sin embargo, chocó frontalmente con Alemania que también tenía interés en la zona.
Para demostrar su poderío e intereses, Guillermo II ordenó dos desembarcos: el primero, en el año 1905, en Tánger, supuso un frenazo para las aspiraciones francesas, aunque finalmente Francia consiguió establecer el protectorado a la vez que a España se le reconocía las posesiones en el Rif, términos aprobados en la conferencia de Algeciras. Años después, en el 1911, Alemania volvió a desembarcar esta vez en Agadir. Gracias a este segundo desembarco Alemania se fortaleció en África a costa del Congo francés.
El segundo foco de tensiones estaba en los Balcanes; allí eran rusos y austrohúngaros los enfrentados, ambos con intereses en los Dardanelos, una zona balcánica con salida al Mediterráneo. Además, Serbia aspiraba a la unificación de sus territorios pues el Imperio Austro-húngaro se había anexionado Bosnia-Herzegovina en el año 1908. Ante la tensa situación entre serbios y austrohúngaros, Rusia acabó por apoyar a Serbia. Fueron los años en los que se desarrollaron las guerras balcánicas que enfrentaron en una primera guerra a Serbia, Bulgaria y Grecia (la Liga Balcánica), más Rusia, contra Turquía. La Liga Balcánica ganó esta primera guerra y Bulgaria y Rusia ampliaron sus territorios en la zona a costa de algunas posesiones turcas.
Bulgaria, fortalecida tras la primera guerra balcánica, buscó el apoyo del Imperio Austro-húngaro y atacó a Serbia y Grecia, a quienes apoyó Rusia. Bulgaria, la gran derrotada en esta segunda guerra, fue desmembrada y de ella surgió Albania, mientras que Serbia se anexionó algunos de sus territorios.
Con estos dos frentes se había cocinado todo el caldo de cultivo necesario para que entre gran parte de los países europeos se produjera una Gran Guerra. Sólo faltaba la chispa que encendiera la mecha para hacer estallar el polvorín en que se había convertido Europa.
Fue el asesinato del Archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio Austro-húngaro, en Sarajevo el 28 de junio del año 1914, el detonante de la Primera Guerra Mundial.
El autor pertenecía a una sociedad nacionalista serbia y de ese modo sirvió en bandeja al gran imperio el motivo para declarar la guerra a Serbia. Con el apoyo de Alemania, también interesada en expandir su hegemonía, el Imperio Austro-húngaro le lanzó un ultimátum imposible de aceptar a Serbia.
Finalmente, el 28 de julio de 1914 se produjo el ataque de Austria a Serbia. Rusia salió en su defensa, y automáticamente, Alemania le declaró la guerra a Rusia, y después a Francia, que apoyaba a Rusia. Por último, cuando Alemania se adentró en territorio belga, el Reino Unido se unió a la Gran Guerra en apoyo de Francia, Rusia y Serbia, declarando la guerra a Alemania el 4 de agosto del año 1914.
Europa entraba así en su primera gran Guerra Mundial.
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