domingo, 2 de enero de 2011
De cómo se creó el Universo (cuento mío)
Hace millones de años, Dios estaba pensativo y tenía ganas de divertirse.
-Esto es un poco aburrido. Existo desde toda la eternidad y existiré para siempre jamás. Tengo que inventar algo...
Y como Dios no carece de recursos, ideó un plan.
Se convirtió en un puntito pequeño, pequeñísimo, y allí concentró toda su energía, que no es poca, mientras se regocijaba por la que se iba a armar. Dio varios saltos por la nada cual pulga impaciente, hizo unas cuantas cabriolas para desperezarse, y empezó a expandirse, dividiéndose, cada vez más deprisa, más deprisa, más deprisa.. hasta ocupar el espacio infinito.
-¡¡BANG!!¡¡BANG!!¡¡BANG!!..¡¡ Esto es más divertido de lo que suponía...!!
Y así nacieron los astros que pueblan el cielo.
Y Dios era los astros y a la vez estaba fuera de ellos, dirigiendo su curso para que no chocaran unos con otros, pues El es el Orden Supremo. Hay hombres que han visto esto, y nunca volvieron a ser los mismos.
Después de jugar a las canicas un tiempo, decidió que había que hacer algo nuevo. Entonces vió un planeta que le había quedado particularmente bonito, con sus mares,selvas, ríos, y fué a examinarlo de más cerca. Y se complació al verlo.
-Desde luego, hago bien las cosas.¡Qué logrado está!.Hasta sin proponérmelo,me salen maravillas...Este planeta no es más que una de mis células, pero está muy bien conseguido.
Y el espíritu de Dios flotaba sobre las aguas, los bosques y las nubes.
-Pero aquí hace falta algo que se mueva, sino resulta un poco soso.
Y volvió a partirse en cachitos, y cada uno fué un animal diferente.Aquí es donde más se entretuvo.Estuvo mucho tiempo para pintarle al leopardo sus motas, de manera que al crecer resultasen lo más estéticas posibles.Para eso, tuvo que pintarle a los leoparditos los lunares muy juntos, de forma que cuando fuesen mayores se separasen y quedasen realmente suntuosos.
Creó los felinos, los cánidos... Tuvo en cuenta que los cachorros debían tener un aspecto particularmente hermoso, pues eran más frágiles y tenían derecho a más miramientos.
Creó luego unos grandes fideos con dibujos que fueron los reptiles, y así todos los animales. Cuando todavía le quedaba mucha materia y estaba un poco harto, creó los más grandes, que le salieron un poco toscos: Los dinosaurios, mamuts, rinocerontes...y terminó. Hasta Dios se cansa, pero quedó satisfecho con su obra.
Veía la tierra llena de cachorros diversos que correteaban, manadas de bovinos majestuosos, aves que alegraban el cielo azul, peces de mil formas que saltaban alegremente y se dijo que todo eso era bueno.
Pero ya estaba agotado después de jugar a la pelota con los astros, y de derrochar imaginación creando cada tipo de animal con sus colores, sus manchas, los irisados peces, los colores del colibrí y el pavo real, y tantos otros.
-Ay, esto no está completo. Falta lo principal, pero temo hacer una tontería. Aunque yo no puedo equivocarme. Y las leyes las pongo yo,pues todo este tinglado solo yo lo he montado. Y soy parte de ello.Pero me falta un ser con el que pueda hablar, y que pueda hablarme. Y que sea también parte de Mí, como todo lo demás. Pero que me conozca y me quiera. Y me necesite y me busque.
Y entonces creó a un extraño ser, que dijo era a su imagen y semejanza.Que hacía lo que le parecía, como su Creador, pues era libre como El. Un ser tan extraño que a ratos era divino y otros se le olvidaba de donde había salido.
Mas a los hombres se les endureció enseguida el corazón, y olvidaron a su Creador. Excepto algunos.
-Mientras queden de éstos, seguiré conservando este lugar. Aunque los otros talen mis bosques y ensucien mis ríos, aunque maten a mis animales para divertirse y los torturen en granjas para hacerse abrigos. Aunque el hombre haya olvidado que esos seres, que él utiliza a su antojo, también tienen un alma inmortal, y son parte de Mí, igual que ellos.Aunque maten a mis niños, cachorros de Hombre, los dejen morir de hambre y los despedacen. Mientras que los humanos que aún creen y confían en Mi no me fallen, conservaré este sitio privilegiado, que ellos llaman Tierra.
Pero Dios se cansó tanto creando a este extraño ser,que le buscaba sin saberlo y le ofendía a ciegas, que tantas preocupaciones le causaba, a diferencia de las plantas y los animales, que dejó de venir por la Tierra en persona.
Pero siguió aquí, escondido en cada brizna de hierba y en cada cachorro de león, en el lobo que aúlla en la noche y en la gata que pare a sus crías. En las flores del jazmín y en su perfume nocturno, en los suspiros de los enamorados y en el dolor de los que se mueren de hambre.
En cada gota de agua y en cada grano de polvo. Mas sólo habla a los que a El se dirigen en silencio, y habla bajito, tan bajito que a veces no se le oye. Pero es que todavía está descansando del esfuerzo de haber creado algo tan terrible, conflictivo y desconcertante como es EL HOMBRE.
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Dedicado a Stephen Hawking, que nunca lo leerá, y a Leonardo Boff, que ha perdido la esperanza.
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