domingo, 9 de enero de 2011

Igual que en Argentina con Videla


Pero con más de 60 años de retraso.
He estado escuchando en la cadena SER, y últimamente se habla mucho de ésto, que durante la postguerra franquista, en España, a muchas mujeres madres solteras o "rojas", cuando iban a parir a los hospitales O'Donnell y Generalísimo Franco de Madrid, y en otros que no recuerdo, se les decía que su hijo había nacido muerto. No era cierto, claro, sino que habían sido dados en adopción a altos gerifaltes del "Movimiento" de Franco, y educados en el fascismo y el odio hacia sus padres, que nunca conocieron. Contaba una de estas mujeres que una vez, después de dar a luz, fué a reclamar a su hijo, y le dijeron que nanay, que se fuera a la calle, donde debía estar. Desolada, tuvo que conformarse, pues nadie la ayudó a encontrarlo. Ni la Policía, ni ninguna autoridad. Una "roja" amiga suya le dijo que se olvidase de su niño, que "había sido vendido por 200.000 ptas. -cantidad enorme en la época- a un muy alto cargo del régimen, y que no lo vería nunca". Otras, cuando pedían en el hospital ver a su hijo y les decían que había muerto y pedían verlo, les enseñaban a todas a un recién nacido, siempre el mismo, que guardaban en la cámara frigorífica, y las mujeres, que no eran tontas, al tocar a aquel niño helado, veían que no podía ser el suyo, nacido no hacía mucho.
Un desastre, vaya. Y lo que me parece increíble es que este asunto salga a la luz ¡36 años después de muerto Franco!
Pero más vale tarde que nunca. Aunque a los que quieren abrir la caja de los truenos no les auguro buen futuro, pues el juez Garzón, quien empezó con esto, está perseguido por la "justicia" española.
Abajo reproduzco un artículo de la Memoria Histórica sobre este tema, por parecerme de interés general.

1 comentario:

  1. Sí, cruda realidad, que muchos pretenden tapar con un dedo, como el que se creía que tapando el sol con un dedo, como no podía verlo, dejaba de existir el sol. Que vivir hacia adelante no es olvidarse de lo pasado. La concepción del poder que tienen los autoritarios, es que el máximo poder era ese, lograr que los hijos de los revolucionarios se hicieran fascistas. Pobrecitos. Los hijos. Pobres los fascistas, también. Una existencia tan detestable.

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