lunes, 21 de marzo de 2011

El sexo de los ordenadores










Sabemos que empezaron siendo femeninos (computadoras) y han terminado siendo masculinos (ordenadores).
Dos equipos de científicos, tras exhaustivas investigaciones acaban de llegar a las siguientes (y opuestas) conclusiones.

El primero de ellos, compuesto únicamente por hombres, postulan que, sin ningún genero de dudas, existen cinco fórmulas que demuestran que son femeninos:
1. Porque nadie, salvo el Sumo Hacedor, entiende su lógica interna
2. Porque el lenguaje que utilizan para comunicarse entre si, no hay Dios que lo entienda.
3. Porque el mensaje “comando o fichero incorrecto”, que tan frecuentemente utilizan, viene a significar más o menos: “Si tú no sabes porque te estoy incordiando, no seré yo quien te lo diga”.
4. Porque archivan en su memoria, para siempre jamás, hasta tus mas mínimos errores para restregártelo por la cara en cuanto les convenga.
5. Porque, una vez que te decides por una, te condenas el resto de tu vida a gastarte la mitad del sueldo en accesorios.

El segundo grupo, íntegramente de mujeres, formuló otras cinco razones que demostraban todo lo contrario: son evidentemente masculinos.
1. Porque, aunque almacenan gran cantidad de datos, no dejan de ser unos auténticos ignorantes.
2. Porque, aunque se supone que existen para solucionar problemas, a menudo son ellos el mayor problema.
3. Porque (y no importa cuanto tiempo inviertas en comparaciones o estudios) tan pronto te decides por uno, te das cuenta con horror de que, si hubieras esperado un poco mas, habrías conseguido otro con mejores prestaciones.
4. Porque si quieres que te presten atención, antes tienes que ponerlos en marcha
5. Porque cualquier momentánea subida de tensión los deja fuera de combate para el resto de la noche.
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Es una señora que va a El corteingles a la planta de fiesta y le dice a la dependienta.
-¿Me podría reservar este vestido? voy al cajero y ahora vuelvo.
-Vale.
Va a la planta de ropa interior y dice:
- ¿Me puede reservar estas bragas?
- Sí.
Sigue mirando y dice:
- Quiero este sujetador a juego, aunque solo queda uno.
- Vale.
Se va al cajero y de camino se encuentra un señor repartiendo boletos para la lotería de navidad, vuelve a la planta de fiesta y le dice la dependienta:
- Ha subido el precio del vestido
- Bueno, no pasa nada, lo quiero igualmente.
Baja a la planta de ropa interior y le dice la dependienta:
- Ha bajado el precio de las bragas.
- Bien
Pero le han quitado el sujetador que costaba 5 euros y se lo llevaron por 100 euros, lo siento.
- Bueno, no importa.
De camino a su casa le dice el de los boletos: le han tocado 2 melones
- Qué bien...
Va a su casa y le dice a su marido:
- Juan, Juan vaya día que he tenido: me han subido el vestido, me han bajado las bragas, me han quitado el sujetador y me han tocado los melones.

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