sábado, 19 de marzo de 2011

Los angeles existen


Quiero poner aquí, en letras bien grandes, el nombre de la doctora que
de estar malísima, me recetó la pastilla cucarachil a la que me refiero
más abajo, y que con tanta empatía me trató y además esa
pastilla, que tenia que empezar a hecer efecto al cabo de una semana,
la tomé esa noche y al dia siguiente estaba pero que muuuuuy bien. No
voy a dar más la lata con mis males, pero esta señora se merece esto y
mucho más. El ángel que tan bien me trató cuando estaba desesperada y
exhausta es psiquiatra en Son Llátzer, y se llama BLANCA
CARRETERO QUEVEDO. He escrito a los periodicos contando mi
odisea pero no he podido poner su nobre, Por favor, si en Son Llátzer
alguien lee esto, que se lo diga, que se lo diga a sus jefes, que esta
señora se merece una medalla. Esta sí que, como se decia antes, "hace
de su profesión un sacerdocio". Gracias, señora, no la olvidaré nunca.

(de esto hace ya tres años, pero a esta doctora no la olvidaré. Tenía unas depresiones horrorosas, salpimentadas por unos ataques de angustia que hacían que mi vida fuese una porquería. Han pasado más de tres años, pero sigo bien. Y todo empezó cuando esta doctora me cambió la medicación. GRACIAS.)

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