Supersticiones de Halloween

Noche de muertos

Decir que uno es supersticioso no queda demasiado elegante y, además nos tildarían de locos, o peor aún, de completos idiotas. Pero lo cierto es que TODOS caemos en alguna que otra manía o hábito que atraiga la buena suerte o espante la mala, incluso aquellos que lo critican (esos suelen ser los peores).
He tenido el gusto, porque me he divertido mucho, de recopilar algunas de las creencias supersticiosas cuyo origen viene de esa ancestral celebración relacionada con aquellos que ya no están entre nosotros.
En la cultura anglosajona es Halloween, una fiesta que cada vez está más presente en lugares donde esa tradición no existía. Es increíble, no nos bastaba con los Carnavales y ahora va y viene Halloween. Un pastón para aquellos aterrados padres que ahora deben comprar dos disfraces al año. Yo, la verdad es que me divierto más comiendo huesos de santo y buñuelos que vistiéndome de Lady Gaga (por lo visto es la tendencia de este 2010).
Pero vamos a lo que vamos. He aquí algunas de esas supersticiones tan pintorescas:
* Si la llama de una vela de pronto cambia de color amarillo-rojo al azul, eso significa que hay un fantasma cerca de nosotros.
* Si queremos asustar a un alma en pena (esto es muy útil por si nos pasa lo dicho anteriormente), lo propio es tocar una campanilla. Se irán como alma que lleva el Diablo.
* Asimismo, la presencia de mascotas mantiene alejados a los espíritus. Menos mal: yo tengo tres gatos.
* Las velas que se encienden en Halloween no deben usarse en ninguna otra época del año. Trae mala suerte y pueden pasar cosas que escaparán a tu control. Esto no es válido, ni está relacionado, con la subida de la gasolina o la bajada de los sueldos.
* Si retrocedemos en el tiempo, encontramos una antiguo ritual celta en el que se encendían grandes hogueras durante esta fecha. Cuando el fuego se extinguía, con las mismas cenizas dibujaban un círculo alrededor de la hoguera. Luego eran colocadas pequeña piedras por cada miembro de las distintas familias participantes en la parte interior del círculo. Al día siguiente, si por alguna causa alguna de las piedras no estaba en su sitio o había sido dañada, el que la pusiera la noche anterior ya podía hacer testamento y ponerse a rezar, porque la muerte vendría a buscarlo en un plazo máximo de doce meses.
* Si una señora se pone de parto y da a luz esa noche, su hijo podrá ver y hablar con los espíritus (igualito que Melinda Gordon).