sábado, 26 de marzo de 2011

Yo soy negra




Hace poco estuve buscando una mujer que viniera un par de veces a la semana a limpiar mi piso. Como que Paco y yo somos vagos y guarretes,todo está hecho un asco si no viene alguien de fuera a arreglarlo. Me dieron el teléfono de una mujer inmigrante con muy buenas referencias, y su teléfono. La llamé y la conversación se desarrolló de la siguente manera:
-Buenas, me han dado su número. Estoy buscando una limpiadora dos veces por semana y me han hablado muy bien de usted. ¿Podria venir?
-Sí, claro.
Aquí hablamos del sueldo por horas y esas cosas. Pero al final me suelta:
-Mire, es que yo soy negra.
Aquí ya me quedé en orsay.¿Pero qué me está diciendo esta mujer?¿he oído bien?
-M-mire, a mi me da igual que sea usted negra, amarilla o a lunares. Pero, ¿por qué me pregunta eso?
-Es que hay señoras que cuando ven que soy negra no me quieren.
-¡¡**++!!! -¿De veras?-dijo yo alucinada.
-Uy, vaya que sí...
El caso es que quedamos, y es una mujer encantadora, eficiente y simpática.Además, le gustan los gatos. Es colombiana,de Cali.Está un poco gruesa, pero no fofa. Todo músculo. Y con una cara bonita y expresiva. Estamos encantados con ella.
Pero por primera vez, me hizo sentir vengüenza de ser rubia y europea.

1 comentario:

  1. Efectivamente, a veces oyendo como hablan de otras razas y de los inmigrantes, siento una vergüenza ajena horrorosa......

    Parece que seguimos en el siglo XIX.

    Todo el mundo va de anti racista y solo se les nota cuando tienen que tratar de cerca a otros seres humanos que no están dentro de sus ideologías, vidas y sobre todo que no están dentro de la melanina que llevan en sus pieles.

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