jueves, 7 de julio de 2011
Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando El ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: ¿Vamos a jugar al escondite?
LA INTRIGA levantó la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó ¿Al escondite? ¿Y como es eso? Es un juego - Explicó La LOCURA, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras vosotros os escondéis y cuando yo haya terminado de contar, el primero de vosotros que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO bailó secundado por La EUFORIA, La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a La DUDA, e incluso a LA APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, La VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, Si al final siempre la hallaban, y La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y La COBARDÍA prefirió no arriesgarse... Uno, dos, tres... comenzó a contar La LOCURA.
La primera en esconderse fue La PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo y La ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que sí ¿un lago cristalino? Ideal para La BELLEZA. Que sí la ¿hendidura de un árbol? Perfecto para La TIMIDEZ. Que sí el ¿vuelo de la mariposa? Lo mejor para La VOLUPTOSIDAD. Que sí ¿una ráfaga de viento? Magnifico para La LIBERTAD.
Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El EGOISMO, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y La PASIÓN y El DESEO en el centro de los volcanes.
El OLVIDO... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo importante. Cuando La LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón- contó La LOCURA y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue La PEREZA sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó La FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología y La PASION y El DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a La ENVIDIA y claro, así pudo deducir donde estaba El TRIUNFO. El EGOISMO no tuvo ni que buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La BELLEZA y con La DUDA resulto más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a La ANGUSTIA en una oscura cueva, a La MENTIRA detrás del arco iris... (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta El OLVIDO... que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite, pero sólo El AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó detrás de cada árbol bajo, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escucho. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR; La LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces; desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra: EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.
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Un muchacho, tocó a la puerta de la casa de su novia. Tuvo el tino de abrir el padre de la muchacha.
- ¿Qué desea, joven?
- Pues verá, vengo a hablar con usted.
- Bueno, pues, pase, joven, vayamos a la sala y ahí me cuenta de qué quiere hablar conmigo.¿Y bien?
El jóven, todo decisión, respondió:
- Mire usted, vengo a comunicarle que a su hija y a mí nos gustaría compartir nuestras vidas, nos queremos casar.
El señor sonrió.
- Pues está muy bien eso de que se casen, pero cuénteme, muchacho, ¿ya cuenta con un salario digno para poder sustentar a mi hija y los hijos que
vengan?
El jóven, con todo el aplomo del mundo, contestó:
- Mire, aunque soy Ingeniero titulado, no gano mucho. Sin embargo, su hija me ha comunicado lo que ganan su distinguida esposa y usted. Por lo cual,
confío en tener una pequeña ayuda de ustedes para poder pagar el teléfono,el agua, la luz y el supermercado.
Un poco sorprendido por la respuesta, el padre hizo otra pregunta:
- Bueno, ¿y piensan comprar un apartamento o una casa? ¿O prefieren alquilar…?
El jóven, con mirada inocente, contestó:
- Si antes le pedí una pequeña ayuda para poder ir viviendo, hemos pensado que, como esta casa es muy grande y pueden vivir perfectamente dos
matrimonios, no es necesario comprar o alquilar apartamento o casa. Deseamos vivir en esta casa con ustedes.
El señor, desconcertado por la actitud del muchacho, continuó con el interrogatorio:
- Dígame algo, ¿tiene automóvil?
El jóven, sonriendo, respondió:
- Mire, no tengo coche porque he estado pensando que si usted tiene tres, para qué vamos a comprar uno más. Usted nos deja el que les sobra y así
no es necesario adquirir otro.
En ese instante, entró en la sala la madre de la novia, quien, mirando primero al jóven y luego a su esposo, preguntó cordialmente:
- ¿Se puede saber de qué hablan?
El esposo respondió:
- Querida mía, qué bueno que llegas, quiero presentarte al Señor Arbitro, quien pretende ser el futuro marido de nuestra hija..
El joven, desconcertado y molesto, dijo:
- Oiga, ¿por qué me llama Señor Arbitro?
A lo que el presunto suegro contestó:
-Y bueno, grandísimo hijo de puta, ¿cómo demonios quieres que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner en esta casa es el pito?
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