miércoles, 28 de septiembre de 2011
El tabaco
En Europa no había tabaco, se fumaban otras hierbas, algunas alucinógenas, otras aromáticas, pero no tabaco. La hoja de tabaco apareció en el viejo continente en el siglo XV, después de la conquista de América. Su origen está en la zona andina entre Perú y Ecuador, se cultiva allí hace más de cinco mil años. Y no sólo se lo fumaba, sino que también se lo mascaba, se lo bebía, se cocinaban ungüentos para frotarse en el cuerpo y se lo esnifaba triturado.
Cristóbal Colón fue el primero en exportarlo, lo conoció en un ritual maya. Es muy cómica la anécdota del marinero Rodrigo, a su vuelta a España fue encarcelado acusado de brujería, ya que sólo el diablo -dijeron los inquisidores- podía dar a un hombre el poder de sacar humo por la boca.
El punto es que el consumo de tabaco es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. No fue un problema serio hasta los años de la primera revolución industrial, cuando comenzó a masificarse.
Aparecieron empresas que lo convirtieron en un negocio muy rentable, de hecho, no se diferenciaba entre adultos y niños. Hasta se lo promocionaba por tener supuestos fines terapéuticos. De allí en adelante las consecuencias en la salud se extendieron hasta llegar a la actualidad: la OMS calcula que se producen 1.000.000 de muertes al año relacionadas directamente con el tabaquismo. La gran mayoría por cáncer.
Dado este terrible escenario, salió a la luz una curiosa teoría acerca del verdadero objetivo que tuvieron los pueblos originarios americanos al momento de presentarle el tabaco a los europeos: una venganza. Según dicen los especialistas, antiguamente se conocía el riesgo de fumar asiduamente. Visto y considerando la matanza que provocó la conquista de América -se calcula que murieron 85 millones de aborígenes en 150 años-, el tabaco habría sido promovido para vengar los asesinatos. En silencio y a largo plazo.
La teoría encaja matemáticamente, pero no es posible confirmarla. Sí queda claro que, de ser cierta, ha sido uno de los planes más macabros y efectivos que se pueden encontrar en la historia antigua.
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