miércoles, 26 de octubre de 2011
El cardigan
A pesar del desastre que supuso para el ejército británico la absurda carga de la batalla de Balaklava, la opinión pública inglesa la tomó como una gran heroicidad, y aún sigue manteniendo ese halo. Seguramente buena parte de esa leyenda se deba al famosísimo poema de Lord Tennyson, ya saben ustedes: “Por el valle de la muerte cabalgan los seiscientos…”
El comandante de aquella brigada ligera era James Thomas Brudenell y, por supuesto, fue tomado como un héroe. Su importancia va más allá de la historia militar y alcanza la historia de la moda. Brudenell compró unos jerséis especiales para sus soldados con cuello tipo Mao (como se conoce ahora este tipo de cuello en el mundo de la moda) para que pudieran llevarlos puestos bajo el uniforme para combatir el frío. De ahí nació otra prenda de vestir que ha llegado hasta nuestros días. James Thomas Brudenell era el 7º Conde de Cardigan, nombre de la prenda.
Como ven ustedes, la batalla de Balaclava más parece un desfile de moda para marcar tendencias que un hecho militar.
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