domingo, 20 de noviembre de 2011

Jornada electoral


En España hay que tener mucho cuidadín con los 20-11, porque a veces pasan cosas sonadas. Por ejemplo, en tal fecha fusilaron a José Antonio Primo de Rivera, fascista fundador de Falange Española (mirar Wikipedia interesados, yo no tengo ahora gana de explicar en qué consistía ese partido político,al que pertenecían mis padres), y Franco, que pudo haberlo salvado, se puso contentísimo porque J.A.P.de R.le hacía sombra,pues era más guapo y tenía más carisma que él, (Franco) que, como todo el mundo sabe,era algo así como un feto con bigote y vocecita atiplada.
El mismo dictador Franco (que tuvimos que aguantar 40 años -que se dice pronto- va y se muere el 20-11-75.
Ese día ocurrio un atentado terrorista, y no recuerdo qué acontecimiento políticosocial más.
Y ahora el gobierno ha elegido el día de hoy, otro 20 de noviembre, para llamarnos a las urnas a los ciudadanos.
Paco y yo hemos ido esta mañana a votar, yo por IU como siempre, y él no lo digo porque me parece feo, pero me ha parecido bien. Porque si no me lo llega a parecer, es que le mato.
Estaba el colegio electoral lleno de gente.
Yo durante muchos años estuve ,siempre que había elecciones , de interventora del Partido Comunista o de IU, y me divertía mucho. Lo unico que me fastidiaba era el madrugón, porque los colegios se abren a las 9,oo y hay que estar allí a las 7 de la mañana para prepararlo todo. La mayoria de la gente no tenía ni idea de cómo se montaba aquel tinglado, con varias mesas que preparar, y los que habíamos sido interventores o apoderados otros años les ayudábamos. Mucha gente estaba asustada porque aquello les desbordaba. Nosotros teníamos que abrir las cajas con las papeletas de los diferentes partidos y ponerlas en unas mesas al efecto.
Tenía que estar muy alerta porque los interventores del PP eran muy sucios, y siempre estaban tapando nuestras papeletas con las suyas, para que la gente pusilánime que entraba a votar, al no ver las de IU, cogiera las de la derecha. Cada año había un desagradable sujeto, interventor del PP, con el que tenía unas broncas espantosas por hacer marranadas. Por ejemplo, si venía un grupo de gitanas despistadas, en la calle antes de entrar les daba papeletas de las suyas y las mujeres las cogían y las metían en las urnas. Más de una vez tuve que telefonear a la Junta Electoral Central para protestar. Ya nos conocíamos de cada vez que había elecciones, y nos mirábamos con odio.
Una vez me tocó ser Presidenta de mesa.Todo fué muy bien, pues a la vez podía vigilar nuestras papeletas y mirar de vez en cuando si en la calle no había algún listillo dando sobre ya rellenos de algún partido de derechas. Bueno, era siempre el PP. El día transcurrió bien, y hasta pudo comer opíparamente, pues me comí la comida de un pepero de mi mesa. Los comunistas no podían dar comida a sus militantes ese día, pues siempre hemos sido un partido pobre.Pero el PP, a quien siempre le han sobrado los millones, a sus interventores y miembros de las mesas les llevaba comiditas exquisitas. Yo topé ese día de mi presidencia con una señora pepera desganada y me comí todo lo suyo. Todo fué normal, repito, pero lo tremendo empezó cuando se cerró el colegio y empezó el recuento. ¡Madre mía!.Yo tenía que dirigir aquel cotarro, pero las cuentas no han sido nunca lo mío, y me armé un lío espantoso.Mis compañeros de mesa, que al principio parecian muy puestos en este tipo de cosas, se liaron también. El caso es que se hicieron las tres de la madrugada, todos los demás colegios habían entregado las actas menos nosotros. Menos mal que un Policía que estaba en la puerta, y que debería tener muchas ganas de irse a casa, como todos, nos hizo las putas cuentas y pudimos largarnos. Yo juré que si volvía a ser Presidenta de mesa, aquel día me daría un patatús o lo que fuese menester, pero por aquel calvario no volvía a pasar.
Hoy he oído en la radio algunas anéctodas divertidas. Cada año pasan cosas chuscas. Por ejemplo, un señor que era el suplente de un Presidente, y que cuando se dió cuenta de que éste no venía y tenía que serlo él, presa del pánico huyó coriendo a su casa. La Policía tuvo que ir allí a detenerlo y se lo llevó a la Comisaría, pues eso es un delito.
También, que en un pueblecito del norte en el que solo hay tres vecinos con derecho a voto, tres campesinos,quedaron de acuerdo para ir a votar a las ocho menos cinco, 5 minutos antes de la hora del cierre, y así durante el día se dedicaban a sus faenas del campo.
Y también un señor, que pretendía meter en la urna un sobre con un chorizo dentro, como protesta por tanto chorizo que hay entre la clase política, pero no le han dejado.
Y cosas por el estilo, a cientos.
Votar es divertido, vaya que sí. Sobre todo si no se está de Presidenta de mesa y no le salen a una las cuentas. Pero este año la cosa se ha modernizado, y en vez de hacerlo cada mesa, lo hacen todo centralizado en Madrid, y así todo es más rápido.
Ahora me voy a seguir por la TV los resultados, que es muy emocionante, aunque esta vez gana la derecha por goleada, y es que el PSOE no ha podido hacerlo peor. Si Pablo Iglesias levantara la cabeza, no se lo iba a creer.

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