miércoles, 21 de diciembre de 2011
A veces quisiera ser apátrida
Como hoy, en que el nuevo Gobierno de la pobre, desgraciada España, todo azul purísima, ha jurado sus cargos delante del rey y de un crucifijo. Yo cuando veo crucifijos en lugares públicos, como en este caso, o en despachos privados,de profesionales liberales, como de médicos prestigiosos, abogados de derechas y gente así, es que me entra como un pánico que me dan ganas de salir pitando de allí. Y no es por JC, sino algo más visceral, algo de mi lejana infancia o de mis genes que me dice "cuidado,cuidadín, estás pisando territorio comanche".Me da más miedo un crucifijo detrás de un sillón de despacho de un caballero de éstos, que si hubiera puesto allí un signo satánico.
Y hoy, en la TV,¡ cuánta banderita rojigualda, cuánta banderita azul del PP, cuánta señora pija enardecida!!
¡Madre del Amor Hermoso!.
Y todavía hay ilusos que dicen que lo de las dos Españas es cosa del pasado. ¡Ay qué risa, Marialuisa!
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