viernes, 23 de marzo de 2012

Fotos de una ejecución en el Iran





Gente mirando el espectáculo (En España hace cien años esto también ocurría, cuando las ejecuciones eran públicas), el reo que se despide de los amigos.
Cuando yo trabajaba en Oficinas de Turismo, tenía un compañero funcionario de la edad de mi padre, que me contaba que cuando él era un niño chico aún se hacían ejecuciones públicas en Palma, con garrote vil. Era costumbre que muchos padres llevaran a sus hijos a verlo, y después, si no hubiera sido bastante para el pobre niño el espectáculo, le daban dos tortas y decían: "¡Para que aprendas a ser un hombre de bien!"

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