miércoles, 6 de junio de 2012
La puta crisis y más cosas
Todos somos iguales ante la CRISIS.
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Y todavía no ha empezado la crisis, y yo ya ando de resaca. Cansado de oir en la televisión cómo despiden a tantos y tantos semejantes, que me importan un pimiento hasta que no sea yo al que le metan la patada en el culo. La borrachera de crisis que vivimos nos acerca ya al hartazón y la resaca, pero seguimos sin movernos, sin mover un dedo, sin hacer nada por nuestros semejantes. Puede ser este el enésimo artículo que se escriba sobre la crisis y la situación ecónomica tan dificil que atraviesa el mundo por el colapso que está a punto de provocar la avaricia de este mundo. Espero que no sea un artículo más, sino que abra mis ojos y los tuyos para gritar al mundo que somos idiotas.
Las empresas cierran, pero a ti te da igual, sigues teniendo trabajo y comes, vives, gastas menos, eso sí, a pesar de que te estén diciendo que consumas y que lo que comas y compres sea made in Spain. Vuelve el proteccionismo, y con el también una corriente conservadora que nos hierve por las venas, (sí a ti también) cuando ves que un extranjero tiene trabajo y tú te acabas de quedar sin el. Seamos sensatos y no descerebrados.
Algo está peligrando en nuestras propias mentes. Ellos están pasando lo mismo que tú. Da igual la raza o el credo, todos vamos a pasar por el purgatorio de la crisis. Ya tienes el miedo encima pero no lo quieres reconocer. Si ya te has quedado sin trabajo, es posible que te encuentres con este artículo por el bombardeo de la palabra crisis. Si crees que vas a perderlo tu, jóven o adulto, interesante o aburrido, perspicaz u obtuso, ya seas ingeniero o albañil, debes saber que todos somos iguales ante la crisis. Y eso, es lo que debería convertirnos a todos en personas repletas de sentimientos. Deberíamos sentirnos arropados por cientos, por miles, por millones de personas que en todo el mundo mundial están pasando lo mismo que tú.
Pero no. Somos descerebrados mentalmente inconexos. “Empecé con nada y todavía lo tengo casi todo” Lo dijo Michael Davis una vez. Cuando naciste, como yo, no tenías nada y nada sigues teniendo. Lo único que tienes en esta vida son los momentos que vives que se transforman en recuerdos buenos o malos gracias a la gente con la que te relacionas. Una casa, un techo, una mesa y una silla, un plato de comida, o el ordenador desde el que escribo son simples objetos de tu obsesión por tener más. No soy de aquellos que quieren limpiar su conciencia con actos altruístas. No creo en gente que tiene mucho material y necesita imperiosamente repartir una insignificante parte de sus objetos materiales o todo su tiempo. Probablemente Dios no exista, o sí, ¿quién sabe?. Lo uníco que se es que si tu estás leyendo esto existes, aunque ni siquiera sepas si yo existo o no. Ójala remueva tu acomodado culo de la silla y desgarre en tí un buen sentimiento por crear comunidad y ayudar a tus semejantes a vivir felices olvidándonos de la crisis. Aunque te dure un instante, porque somos idiotas ávaros de dinero.
El dinero. Puto dinero. Solo así escribe un loco, un borracho de resaca cuerdo, un mendigo del amor y la pasión humana por ser mejor especie. No apelo al consumo. No apelo a que los patronos mantengan tu puesto de trabajo, ni el de tu mujer, tu hijo, o el mío propio. Lo que quiero es que tú, por un momento pares tu vida, y le digas a tu hermano, el de al lado, que tenemos que hacer algo, por nuestro propio bien, el personal y el común. Apelo a la esperanza de que como especie seamos capaces de identificar a aquellos que deben cambiar su avaricia. Porque estoy hasta los cojones de la crisis. De oir todos los días lo mismo, los mismos mensajes, emitidos por las mismas personas. De oir expertos que no saben qué pasa porque no son expertos. De oir lamentaciones de los poderosos cuando no oigo a los débiles. De ver cómo se castiga al débil mientras sigo sin ver al Señor Todopoderoso que tiene todo el dinero. ¿Será el Gran Hermano? ¿Quién tiene más que tú? ¿Tu vecino? ¿Ese extranjero? ¿Lo odias? ¿Lo vas a perseguir por tener mejor casa y mejor coche?
Seamos sensatos y no descerebrados. No desconfíes del de al lado. Lo está pasando igual que tú. Con miedo, con desconfianza y con desazón. Y todo sin saber que hay gente que vive peor que tú, y que el de al lado, y que yo mismo, y es más feliz. El dinero no hace la felicidad, te vuelve cobarde. Y la crisis es la venganza terrible de nuestros excesos. Es como la resaca de una borrachera, pues cuando conscientemente has bebido en esas tabernas en los que la locura se sirve en botellas, sabías que si te pasabas llegaría la resaca. Pues eso. Ahora no te quejes tanto y asume que te pasaste de avaricioso al comprarte el piso o esa casa más grande cuando sabías que no podías permitirtelo. ¿Por qué lo hiciste? ¿Eres ahora más feliz? No te preocupes, la crisis, como la resaca se irá, te estarás diciendo una y otra vez que no volverás a hacerlo más, pero lo volverás a hacer. Eres humano, insensato, descerebrado y mentalmente inconexo con tus semejantes. Somos idiotas por nacimiento y no podremos remediarlo hasta que un día podamos ver con claridad que todos somos iguales de idiotas. Quizás entonces acabe la crisis de la idiotez humana.
Y si, esto solo lo podía escribir en el estado de resaca, la de la crisis personal de vivir con miedo y la que me provocó la locura que bebí anoche. Y es que como a Geoffrey Madan, “Me encanta beber, siempre que no sea con moderación”.
Charlie Torres.
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Partes de seguros reales
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Declaraciones graciosas hechas en formularios de accidente de distintas compañías de seguros, donde los conductores trataban de resumir los detalles con las mejores palabras posibles:
"Volviendo al hogar, me metí en la casa que no es y choqué contra el árbol que no tengo."
"El otro coche chocó con el mío sin previo aviso de sus intenciones."
"Creí que el cristal de la ventanilla estaba bajado, pero me di cuenta de que estaba subido cuando saque la cabeza a través de ella."
"Un camión retrocedió a través de mi parabrisas y le dio a mi mujer en la cara."
"El peatón chocó contra mi coche y después se metió debajo."
"El tío estaba por toda la calle y tuve que hacer varias maniobras bruscas antes de darle."
"Saqué el coche del arcén, miré a mi suegra y me fui de cabeza al terraplén."
"Tratando de matar una mosca choqué contra el poste de teléfonos."
"Había estado todo el día comprando plantas y al volver a casa, cuando llegué al cruce, un arbusto surgió de repente oscureciendo mi visión y no pude ver el coche que venía."
"Cuando llegué al crucé apareció de pronto una señal donde nunca había habido una señal de STOP antes y no pude parar a tiempo de evitar el accidente."
"Llevaba cuarenta años conduciendo cuando me dormí al volante y tuve el accidente."
"Para evitar colisionar con el parachoques del coche de delante, atropellé al peatón."
"Mi coche estaba correctamente aparcado cuando retrocediendo le dio al otro coche."
"Un coche invisible que salió de la nada me dio un golpe y desapareció."
"Le dije al policía que no estaba herido, pero cuando me quité el sombrero descubrí que tenía fractura de cráneo."
"El peatón no sabía en qué dirección correr, así que le pase por encima."
"Vi una cara triste moviéndose lentamente, cuando el señor mayor rebotó en el techo de mi coche."
"La causa indirecta del accidente fue un tipo bajito en un coche pequeño, con una boca grande."
"Cuando el coche salió de la calzada salí despedido. Más tarde me encontraron en un hoyo unas vacas sueltas."
"El poste de teléfonos se estaba acercando y cuando maniobraba para salirme de su camino choqué de frente."
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Miedo, mucho miedo me empieza a dar este país en el que vivimos. (Por Fermonu)
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Siempre se ha alabado nuestro modelo de transición. Un modelo basado en una especie de tabla rasa diseñada por el conjunto de las fuerzas políticas con representación en aquel momento, de manera que fuese lo suficientemente progresista como para asegurar un futuro estado democrático, y a la vez lo menos agresivo posible para con los convencidos del régimen saliente, de manera que al no sentirse acosados no diesen demasiados problemas.
Tras el susto del 23-F, nos creímos que el acta de defunción del Franquismo se había firmado. Los golpistas a la cárcel, los partidos que los apoyaban con un número de votos tan escaso que no conseguían entrar en institución alguna, el tiempo que pasa y uno que se cree, cada vez con mayor fundamento, que el pasado ya no es más que eso, pasado.
Evidentemente, uno se equivoca. Del mismo modo que los animalillos cuya evolución estudia Darwin en El Origen de las Especies se adaptaron al entorno, los hombrecillos de Paco evolucionaron y fueronse integrando en las demás fuerzas parlamentarias. Mejor aún, menos algún que otro especimen que no hizo viaje, sino más bien una travesía interestelar al otro lado del arco parlamentario (caso de Vestrynge), el resto se fueron colocando silenciosamente en el único partido en que sus ideas podían tener cabida : el Partido Popular.
Siguieron sin hacer mucho ruido. Con el tiempo, le perdimos el miedo a votar a la derecha, y un heredero del antiguo régimen se nos coló de presidente del gobierno. Su segunda legislatura, con mayoría absoluta, nos recordó de dónde venía y a dónde se proponía llevarnos. Resucitó el fantasma de las dos Españas, que sus aprendices, ahora al mando del partido, bien se encargan de recordarnos cada día.
No entiendo que los políticos conservadores de nuevo cuño, que digo yo que los habrá, deban sentir la necesidad de pasarse el día intentando sabotear la convivencia democrática en este país, defendiendo no ya la alternancia en el poder, legítima por otra parte si así te lo conceden las urnas, sino un cambio en el modelo de estado. Aunque pensándolo bien, no podría ser de otra manera, puesto que no apoyaron la constitución, no creen en ella por mucho que se les llene la boca con su mención a la misma, ni creen en el modelo autonómico que establece. Solo así se entienden ciertas actitudes de sus dirigentes regionales y el constante recurso a enviar las leyes al Tribunal Constitucional, en la esperanza en que éste reinterpretará, a su gusto, todo aquello que sale refrendado del poder legislativo.
Tampoco entiendo qué pueden tener en contra de la ley de la Memoria Histórica, en especial del hecho que las personas puedan recuperar los restos de sus seres queridos. Dando por sentado que esto y no otra cosa es lo que pretendía el juez Garzón, y que incluso el mismo ya se había declarado no competente en favor de las audiencias provinciales, qué necesidad tiene el Partido Popular de estar apoyando a dos formaciones de cuanto menos dudosa legalidad en la cruzada por inhabilitar al juez que más ha perseguido a todo etarra, mafioso o corrupto en este país. Chapucero o no, que posiblemente en más de una ocasión lo ha sido, una figura de este nivel estaría en un pedestal en cualquier estado democrático de nuestro entorno.
Definitivamente, no entiendo este viaje hacia atrás de nuestra derecha. El punto y aparte en esta cuestión lo pone algún enfermo que ha recopilado textos, audios y biografías de don Frasquito, y los ha convertido en una aplicación para el juguetito de moda, el Iphone, con el previsible nombre de IFranco. Lo triste del tema, es que según pude comprobar con un amigo que dispone del aparatito en cuestión, la aplicación es la 5ª más descargada entre los cientos que se incorporan cada día a la página de Apple. Su precio, 0,79 euros.
¡ Qué barato resulta olvidar !.
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