Aunque los
libros siempre han sido una fuente de sabiduría (al menos en la mayoría de los
casos), también son una inagotable cornucopia de curiosidades y sorpresas. Nos
podemos encontrara a autores tremendamente prolíficos, otros que quizá no
dispusieron de tiempo o recursos para más de una novela, libros interminables
de tan extensos y otros que a duras penas pueden ser considerados como tales.
El escritor
más prolífico de la historia es Ryoki Inoue, con la friolera de más de
1070 novelas publicadas, además ha escrito bajo 39 seudónimos debido a
problemas con los derechos de autor y toca temáticas tan dispares como los
cuentos, las novelas del oeste e incluso las policíacas.
Algunos
escritores que han publicado una sola novela y que se han hecho famosos por
ella son Boris Pasternak (autor de Doctor Zhivago), Harper Lee (por “Matar a un
ruiseñor”), Margareth Mitchell (con su extensa novela “Lo que el viento se
llevó”), y Emilie Brontë (autora de “Cumbres borrascosas”).
Se estima
que una persona que hable castellano, usa de media unas 300 palabras para el
día a día. Teniendo en cuenta que hay cerca de 283.000 vocablos en nuestra
lengua, eso nos da una perspectiva un tanto desalentadora. En el caso de
Cervantes, se ha determinado que llegó a usar unas 8.000 palabras diferentes en
sus libros, algo mejor que la media, pero apenas un mísero 3% del total de
palabras del diccionario.
Cuando
hablamos de la novela más extensa del mundo y respetando el hecho de que
sea una sola historia y no varias (como el caso por ejemplo de los “Episodios
Nacionales” de Galdós), la ganadora es la novela “Artáneme o Ciro el Grande”
de Georges y Madeleine de Scudèry, con nada menos que 10 volúmenes y un total
de 2.100.000 palabras.
Y hablando
de curiosidades más generales acerca de libros y novelas, hay algunas que no
podemos pasar por alto. Por ejemplo, Umberto Eco hizo algunas referencias
veladas al Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle como el mismo nombre del
protagonista “Guillermo de Baskerville” y otra al escritor Jorge Luis Borges en
su personaje llamado Jorge de Burgos. También existe una novela titulada
Rayuela, escrita por Julio Cortázar y que se puede leer de diferentes formas,
siguiendo el orden de los capítulos, siguiendo un orden alternativo (que se nos
muestra en el prólogo) o incluso en el orden que nos apetezca.
Realmente no usamos todas las palabras que están a nuestra disposición ya sea por desconocimiento o por comodidad.Gracias por tus post siempre aprendo cosas curiosas.Saludos
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